1-Envolverlo

Envuelva al pequeño en una manta grande y delgada para ayudarlo a sentirse seguro (pida al pediatra que le muestre cómo hacerlo correctamente).

2-Sostenga al bebé en brazos.

Coloque su cuerpo sobre el costado izquierdo para favorecer la digestión, o boca abajo para brindarle apoyo. Hágale masajes suaves en la espalda. Si se va a dormir, recuerde siempre acostarlo en su cuna boca arriba.

3-Ponga un sonido tranquilizante.

Los sonidos que le recuerdan al bebé cuando estaba dentro del útero son una buena idea, como ruido blanco (existen videos en Youtube), el zumbido de un ventilador o una grabación de los latidos del corazón.

4-Pasee al pequeño en un portabebé o acúnelo.

Los movimientos tranquilizantes le recuerdan a los movimientos que sentía dentro del útero.

5-Evite alimentarlo en exceso, ya que esto también puede hacerlo sentir incómodo.

Trate de esperar, al menos, entre 2 horas y 2 horas y media desde el comienzo de una toma hasta el comienzo de la siguiente. Si aún no es hora de alimentarlo, ofrézcale el chupete. Muchos bebés se calman succionando.

6-Si la sensibilidad a los alimentos es la causa de las molestias, un cambio en la dieta puede ser útil.

En el caso de los menores que toman pecho, las madres pueden probar cambiando su propia dieta. Vea si su bebé está menos inquieto si usted reduce el consumo de productos lácteos o cafeína. Si no hay diferencia después de hacer cambios en la dieta, retome su dieta habitual. Evitar alimentos picantes o que producen gases, como la cebolla o el repollo, ha funcionado en algunas mamás, pero su validez no se ha comprobado científicamente. En el caso de los bebés que toman leche de fórmula, pregúntele al pediatra si debe probar una leche diferente. Se ha demostrado que esto es útil para algunos pequeños.

7-Lleve un diario de los momentos en los que el niño está despierto, duerme, come y llora.

Anote cuánto tiempo le lleva comer, o si llora —principalmente— después de comer. Hable con el médico acerca de estos comportamientos para ver si su llanto está relacionado con el sueño o la alimentación.

8-Limite cada siesta diurna a un período que no supere 3 horas al día.

Mantenga a su bebé calmado y tranquilo cuando lo alimenta o lo cambia durante la noche, evitando las luces brillantes y los ruidos, como los del televisor.

 

Fuente: Academia Americana de Pediatría.