Actualmente, muchas madres regresan a trabajar con su cartera en una mano y un equipo extractor de leche en la otra. Y es que para quienes trabajan fuera del hogar y están dando de lactar a sus bebés (y para las que viajan o que por otras razones no pueden estar con sus hijos durante todo el día), usar un extractor de leche para “sacarse” la leche es indispensable debido a los múltiples beneficios que conlleva la lactancia materna.

Es probable que las madres tengan gran cantidad de preguntas cuando eligen un extractor. Kathryn S. Daws-Kopp, ingeniera eléctrica de la FDA de Estados Unidos, explica que estos aparatos se componen de un embudo para el seno que se ajusta al pezón, un extractor que crea una succión para sacar la leche, y un recipiente removible para recolectar la leche. Hay 2 tipos básicos de extractores: manual y eléctrico. Las madres pueden optar por extractores dobles, que extraen leche de ambos pechos al mismo tiempo, o individual, que extrae leche de un pecho por vez.

Preguntas

La experta sugiere que las madres hablen con un especialista en lactancia u otro profesional de salud sobre el tipo de extractor de leche que se adapte mejor a sus necesidades. Las preguntas que deben considerar son:

  • ¿Cómo pienso usar el extractor?
  • ¿Me voy a extraer leche además de amamantar?
  • ¿O sólo voy a extraerme la leche y la voy a almacenar?
  • ¿Dónde voy a usar el extractor?
  • Si es eléctrico, ¿tendré acceso a un enchufe?
  • ¿El embudo se ajusta a mi pecho bien?
  • En caso de que no se ajuste bien, ¿el fabricante me permitirá cambiarlo?
  • ¿Debo comprar extractores nuevos o pueden ser usados?

Como están diseñados para reducir el riesgo de propagar la contaminación de un usuario a otro, la experta indica que si la persona adquiere un aparato usado sí necesita comprar nuevos accesorios: embudo y tubo. Partículas potencialmente infecciosas pueden sobrevivir en el extractor de leche y/o en sus accesorios durante un tiempo sorprendentemente largo y pueden causar enfermedad en el bebé siguiente.

Pasos

De acuerdo a la FDA, la información sobre el modo de conservar limpios los extractores se encuentra en las instrucciones de uso. Sin embargo, en general los pasos para la limpieza incluyen:

  • Enjuagar cada una de las piezas que entran en contacto con la leche materna con agua fría tan pronto como sea posible después de la extracción.
  • Lavar cada pieza por separado, usando detergente líquido de loza y abundante cantidad de agua tibia.
  • Enjuagar cada pieza minuciosamente con agua caliente durante 10-15 segundos.
  • Colocar las piezas en una toalla de papel limpia o en una rejilla para el secado que esté limpia, y dejar que se sequen con el aire.