La recomendación de la OMS, la Sociedad Americana de Pediatría y el Ministerio de Salud es que la leche materna sea el único alimento hasta los 6 meses, para luego complementarla con alimentación natural hasta los 24 meses. Posterior a esto queda a decisión de la mamá e hijo su duración.

Dannya Macía, docente de la carrera de nutrición y dietética de la Universidad Católica, explica que la leche materna es un fluido vivo que se adapta al menor cubriendo sus necesidades de forma exclusiva hasta los 6 meses de vida.

El calostro

De acuerdo a la experta, dentro de la primera hora de vida la madre produce un líquido más claro que la leche materna, pero que es igual de importante que ésta. Se llama calostro y es la primera «vacuna» que recibe el menor, entregando un aporte fundamental a su sistema inmunológico.

El volumen producido de calostro puede ser de 5 cc-10 cc por vez que el niño succiona. Aunque parezca insignificante, es muy importante que lo reciba. Con el paso de los días este volumen irá aumentando de forma paulatina y transformándose en leche materna, conforme además crece el estómago del niño.

Así también, con el paso de los días el niño aprende a autoregularse en cuanto a los volúmenes de leche que necesita, situación que no ocurre al entregar una fórmula láctea, puesto que somos nosotros quienes decidimos cuánto volumen entregar.

Componentes

  • Inicialmente es alta en proteínas, inmunoglobulinas, sodio, oligosacáridos.
  • Cuando se logra establecer la leche materna madura (15 días posparto en promedio) contiene un mayor volumen (600 a 800 ml) y un contenido superior de hidratos de carbono y grasas.
  • Las grasas corresponden casi el 50% de las calorías totales de la leche materna.

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