¿Sabías que 4 de cada 10 recién nacidos sufren de problemas digestivos? De hecho, es una de las principales inquietudes de los padres durante una consulta pediátrica. Para su tranquilidad, en la mayoría de los casos, estos problemas se deben a una inmadurez del sistema digestivo y no son producto de una enfermedad.
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Según la Dra. Jimena Yáñez, pediatra de Clínica Indisa, “es fundamental que los padres estén atentos al buen sistema digestivo de sus hijos, para asegurar su correcto crecimiento”.
Durante la lactancia, las enfermedades digestivas más comunes son los cólicos, el estreñimiento, las regurgitaciones/reflujo gastroesofágico y las intolerancias alimentarias. “En muchos casos, estas afecciones desaparecen aplicando acciones puntuales, por ejemplo, mediante una correcta técnica de lactancia o posicionando adecuadamente al recién nacido después de alimentarlo” puntualiza la especialista. Veamos estos problemas en detalle.
Cólicos:
Es uno de los problemas digestivos más comunes en los bebés. Aparece en los primeros tres meses de vida y se caracteriza por un llanto muy intenso. “La causa más frecuente de los cólicos es por inmadurez del tracto gastrointestinal, por lo tanto, suele disminuir con el paso de los meses”, explica la doctora.
Estreñimiento:
Esta condición se caracteriza por retraso en la eliminación de las deposiciones o el aumento de la consistencia de estas. En ocasiones puede ser normal y no tener consecuencias, pero en otras genera incomodidad y dolor. Según la especialista, “esta situación suele ocurrir en aquellos recién nacidos que son alimentados con leche artificial y no pueden digerirla de forma correcta. El pediatra podrá discriminar la mejor medida para regularizar el tránsito, si así se requiere”.
Regurgitaciones/reflujo gastroesofágico:
Se caracteriza por un retorno del contenido gástrico hacia el esófago, generalmente con vómitos o malestar debido a la acidez. Según la Dra. Yáñez, “si el recién nacido presenta vómitos, manifiesta incomodidad, llanto frecuente o presenta pérdida de apetito, escaso aumento de peso o sueño intranquilo, será necesario acudir con un especialista”.
Intolerancia alimentaria:
Las reacciones adversas a ciertos alimentos pueden ser generadas por intolerancia, inmadurez del sistema digestivo o desarrollo de alguna reacción alérgica a proteínas específicas ingeridas por la madre lactante, o presentes en la fórmula recibida por el bebé. Esta alergia se puede manifestar de diversas formas, tales como: diarrea o constipación, cólicos, vómitos frecuentes, erupciones cutáneas o síntomas respiratorios persistentes. Dado esto, la Dra. Yáñez recomienda consultar con el pediatra en caso de notar aumento de estos síntomas con el paso de las semanas.
Fuente: Clínica Indisa
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