Todos los fines de año se caracterizan casi por las mismas cosas: paseos de curso, últimas reuniones de padres, shows del jardín infantil y amigo secreto de la oficina. La Navidad se mezcla con el fin de año escolar y, por lo general, la vivimos con mucho estrés.

Pero como la infancia de nuestros hijos es corta y la magia de estas fiestas no dura para siempre, hace un tiempo me propuse adelantar todos los “deberes” de profesora y mamá para disfrutar los preparativos navideños con mis niños. Recuerda que, a fin de cuentas, los niños recordarán las vivencias, paseos, abrazos y momentos en familia. No recordarán cuántos pares de zapatillas les compramos. Acá van algunas ideas para poner en práctica:

Tarjetas

1-Antiguamente llegaban tarjetas de Navidad que nuestras mamás siempre ponían bajo el arbolito. Hoy esa tradición se ha perdido. Por ello, una buena idea es sacar una linda foto familiar y que los niños dibujen algo navideño. Puedes imprimir la foto y juntarla con el dibujo para armar una tarjeta, y entregarla a la familia y amigos.

Galletas

2-Otra meta puede ser cocinar y decorar galletas de Navidad. No necesariamente tienen que quedar ricas o lindas. La idea es disfrutar del placer de cocinar en familia, ensuciarnos, reírnos y comernos las cosas después. Si a uno no se la da fácil lo de la cocina, siempre hay cajas con premezclas donde uno pone un huevo y ¡listo!

Villancicos

3-Pónganse de acuerdo en familia para cantar villancicos de Navidad tradicionales. Cada cual puede tener su favorito. Es un buen momento para disfrutar de la música con alegría y reírse entre grandes y chicos.

Duendes

4-Las travesuras del duende ya llegaron a Chile hace unos años (The Elf on the Shelf). Piensa dónde poner al duende y qué travesura podría hacer. Lo mejor es ver la cara de los niños cada mañana buscando al famoso duende y ver qué locura hizo mientras ellos dormían.

Solidaridad

5-Otra tradición positiva es que los niños elijan de sus juguetes cuáles podrían regalarles a otros niños. Tienen que ser juguetes que a ellos les gusten, no uno que ya no quieran. Ellos los limpian, los envuelven y le escriben una carta a sus futuros dueños.

 

 

Por: Carolina Pérez Stephens. Educadora de párvulos UC. Máster en educación Harvard University, docente Universidad de los Andes. Directora de Helsby International Preschool.