Me encanta el arte y me fascina visitar el museo: es mi segunda casa. Y si miro para atrás, fueron mis papás los que me llevaron a museos y galerías de arte desde antes que pudiera hablar o caminar. Por ello, fue perfectamente natural hacer esto con mis niños.

Incluso mis hijos fueron conmigo a París y Berlín en mi guata y desde ahí les hablaba sobre las grandes obras de arte que visitaba. Pero si ustedes no tuvieron la oportunidad de asistir a museos puede parecerles intimidante o frustrante llevar a sus niños tan pequeños.

Finlandia

Hace un tiempo, una revista sacó un reportaje bien extenso sobre por qué Finlandia es número uno en educación y la respuesta es simple pero nadie en Chile quiere replicarla: a los niños se les enseña mucho a través del juego con propósito, se les leen muchísimos cuentos, los niños se mueven y hablan en clases ya que trabajan con proyectos, es decir, descubren el teorema de Pitágoras con material concreto; de ese modo, no se les olvidará jamás.

En cambio, ¿qué pasa en Chile? Los niños están aburridos de repetir de memoria y no aprender nada, y están tristes porque no disfrutan del aprender.

Pero los padres no podemos darnos el lujo de sentarnos a esperar que las autoridades o directores de colegios se decidan de una vez por todas a aprender de los mejores. Tenemos que apoyar a nuestros hijos y tratar de llenar ese vacío que tienen en educación. Y una manera muy efectiva de hacerlo es a través del arte y el museo.

Pocas cosas les entregan a nuestros niños más placer y entretención que esta disciplina. Con las artes visuales ellos pueden desarrollar destrezas de expresión creativa, aprender sobre pintores, hacer conexiones entre cultura, historia y arte, y apreciar el mundo que los rodea. Por lo tanto, cuando los llevemos al museo debemos tener presente lo siguiente.

Tome nota

1)No tratar de verlo todo: a veces los museos pueden tener miles de obras fascinantes pero el nivel de concentración de los niños no es tan largo, por lo tanto, buscar unas 4 ó 5 obras y centrarse en ellas.

2)Investigar primero: si queremos sacarle el mejor provecho a la visita tenemos que saber acerca de lo que vamos a ver. Les recomiendo estudiar la página web del museo y averiguar de la vida y obra de los artistas.

3)Hacer conexiones: hablar con los niños sobre lo que está pasando en la imagen, preguntarles qué sienten cuando la ven, que la relacionen con algo conocido para ellos, que describan las figuras y que puedan clasificarlas.

4)Mirar varias obras de un mismo artista: de esta manera los niños pueden encontrar denominadores comunes, ya sea en relación a los colores o formas. En el caso de una retrospectiva los niños podrán ver la evolución en la manera de pintar y de ver el mundo del artista.

5)Compartir opiniones: darse el tiempo de sentarse frente a una obra y conversar con tranquilidad sobre lo que les gusta y aprender a respetar la opinión de los otros.

6)Salir afuera: generalmente los museos y galerías tienen esculturas en su parte exterior. Aprovechar de conversar sobre el tamaño, textura, forma y lo que podrían significar. Jugar a ponerles títulos a las esculturas e imaginar dónde pudo haber fabricado el artista estas obras.

7)Aprovechar los programas familiares o educativos: muchos museos en Chile se están dando cuenta que al tener programas familiares o para escolares el museo cobra otra vida.

 

Por: Carolina Pérez Stephens. Educadora de párvulos UC. Máster en educación Harvard University, docente Universidad de los Andes. Directora de Helsby International Preschool.