La lealtad es la virtud que refleja la cualidad interior de rectitud y franqueza, de fidelidad y constancia a la palabra dada, a las personas e instituciones y también al propio honor personal.
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La lealtad sobrevive a las dificultades, sean externas o internas, a los contratiempos, resiste la tentación y no se acobarda ante los ataques. La lealtad engendra confianza y conserva la amistad.
¿Cuál es la meta con los hijos?
- Enseñar a los niños a ser leales y fieles en los pequeños detalles de la vida cotidiana, ya que son estos los que a larga los harán ser fieles en las cosas grandes.
- Ayudar a los niños a comprender el valor de la fidelidad y lealtad en medio de un mundo en que a veces se dan a estos valores un sentido pasado de moda.
- Lograr que tomen conciencia de que quien no puede ser leal en lo poco, no podrá ser leal en lo mucho.
- Recordarles la importancia de tratar bien a los demás, haciéndolo de la forma que me gustaría que lo hicieran conmigo, una lealtad en los mínimos detalles.
No podemos olvidar que nuestros hijos aprenden de nuestro ejemplo, por lo que debemos vivir la lealtad de manera efectiva y constante en cada momento de la vida, sin excepción. Como papás debemos valorar y resaltar esta virtud, y no únicamente los méritos académicos o deportivos. Vivir esta virtud les dará verdadera coherencia a su vida y les hará ser personas de confianza.
Vivir la lealtad significa:
- Tener una conciencia delicada y firme.
- Estar atento a las necesidades de los demás.
- Cumplir siempre con las obligaciones y promesas.
- Superar los obstáculos que se puedan presentar para ser leal a una persona, a uno mismo, a compromisos e ideales.
- Entender que las personas no son objetos que se pueden utilizar para propio beneficio.
- Entender que cualquier acción realizada repercute en los demás.
- Desarrollar al máximo los dones y capacidades para ser felices y hacer felices a los demás.
Por: Club Net
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