Es más, según el traumatólogo infantil de Centros Médicos Vidaintegra, Dr. René Gómez, las principales causas de éstas se deben a juegos y deportes, indicando que “las más frecuentes, y por lejos, son las contusiones simples seguidas de los esguinces y después las fracturas”.
En la misma línea, se transforma en un desafío reconocer con certeza si el menor ha sufrido una lesión de importancia. En varias ocasiones pasamos por alto una revisión minuciosa ya que es fácil confundir el llanto y las frustraciones con incidentes más graves que requieren de atención y tratamiento médico.
Además, los síntomas pueden variar según la lesión que presente el paciente y no siempre existe un aumento de volumen o hinchazón en la zona afectada. Por ello, y como explica el especialista, es necesario poner atención a los dolores en las articulaciones que son causados por caídas y/o torsiones.
El conocido esguince
Dentro de las lesiones más frecuentes se encuentra el esguince. A pesar de que hay distintos niveles de gravedad, a grandes rasgos se trata de una “distención o rotura de los ligamentos que sujetan y estabilizan una articulación”, aclara el traumatólogo infantil.
Al producirse un esguince existe la probabilidad de que, a causa del accidente, se produzca un moretón o hematoma. Al respecto, el Dr. Gómez señala que no hay que confundirse, “el hematoma solo traduce una rotura de vasos sanguíneos y aunque puede acompañar a un traumatismo cualquiera, no siempre confirma la presencia de un esguince o fractura”.
El doctor remarca que este tipo de lesión suele tratarse muy a la ligera ignorando las consecuencias que puede traer en el futuro. Puede dejar secuelas en la articulación comprometida, tales como:
- Esguince crónico
- Inestabilidad articular
- Artrosis posterior
Como sabemos, tratar un tipo de lesión como un esguince en niños, especialmente en menores de 12 años, es complicado debido a su constante movimiento y poco cuidado con la zona afectada.
“La principal recomendación para enfrentar estos casos es inmovilizar el área con yesos, férulas u órtesis y así evitar el movimiento libre para permitir la cicatrización del tejido dañado”, concluye el especialista.