En 1954, el profesor japonés de matemáticas Toru Kumon deseaba que su hijo Takeshi desarrollara al máximo su potencial y consiguiera transitar su propio camino. Con esa idea creó un material didáctico autoinstructivo para que el menor estudiara sin depender de nadie y lo orientó según su propio ritmo de aprendizaje.

Takeshi llegó a estudiar temas de nivel universitario cuando aún estaba en sexto grado escolar. Además, desarrolló autonomía, autoconfianza y el interés por buscar nuevos conocimientos por sí mismo. Los exitosos resultados de este sistema se difundieron a tal punto que el hoy llamado método Kumon, nacido oficialmente en 1958, está presente en los 5 continentes. Se aplica en 45 países, en los cuales más de 4,1 millones de alumnos estudian de acuerdo a sus indicaciones.

Entendiendo el modelo

Kumon es un método de estudio individualizado que busca formar alumnos autodidactas, es decir, capaces de aprender por sí mismos. En Kumon se forman personas con autoconfianza, disciplinadas, capaces de realizar lo que se proponen y enfrentar desafíos.

No hay magia ni milagro. Lo que hay es respeto a la individualidad y al ritmo de desarrollo de cada alumno.

Hay un compromiso del menor con su propio aprendizaje. Mientras estudia matemáticas o lenguaje, el alumno de Kumon aprende a buscar el conocimiento por sí mismo y se prepara para su futuro. Desarrolla los ejercicios con el mínimo de intervención del orientador y avanza hacia contenidos más allá de su grado escolar. La función del monitor es ofrecer pistas para la resolución, realizar la corrección de los ejercicios hechos, trazar la planificación de estudios, prestar una evaluación diaria e inmediata del desempeño del alumno.

Cualquier persona puede matricularse en un curso de Kumon, desde niños en edad preescolar hasta personas de la tercera edad. El material didáctico está estructurado de tal forma que se adapta a las necesidades de cada uno.

Como la enseñanza es individualizada, la duración del curso varía de acuerdo con el ritmo de aprendizaje y las metas de estudio del alumno. Cada uno recibe una planificación de estudios, con previsión de cuándo concluirá los niveles del material didáctico según su desempeño y el tiempo disponible para hacer las tareas diarias de Kumon.

¿Y si mi hijo tiene dificultades de aprendizaje?

Las dificultades en el colegio comienzan cuando el alumno no logra seguir el ritmo de las clases, no asimila los contenidos enseñados y no tiene dominio de los temas básicos. En matemáticas principalmente, los contenidos están interrelacionados y son imprescindibles para que se avance al tema siguiente. Por ejemplo: ¿cómo hacer ejercicios de división si no se conocen las tablas?

En Kumon, el alumno revisa los contenidos no asimilados y avanza al tema siguiente solamente después de dominar 100% el anterior. Los resultados pueden variar según el niño, pero ya en los primeros meses se nota una mayor confianza en sí mismo y seguridad en los estudios, desarrollo de la concentración y mayor placer en estudiar, pues logra entender lo que está resolviendo. La mejoría en el desempeño escolar es una consecuencia natural.

En tanto, los alumnos que ya tienen un buen desempeño en sus colegios pueden desarrollarse aún más, avanzando hacia contenidos cada vez más elaborados, de desafiarse a sí mismos y prepararse para aprobar exámenes de ingreso puntuales. Así como todos los alumnos aprenden a aprender, sabiendo estudiar podrán perfeccionarse cada vez más.

Cómo partir

En América del Sur existen 2.100 unidades franquiciadas que ofrecen cursos de matemáticas y lenguaje. Los alumnos pueden matricularse en cualquier época del año y aprovechar las ventajas que ofrece el método.

Kumon se compone de dos sesiones semanales en la sede y tareas diarias para realizar en casa. Los padres y los alumnos interesados en matricularse participan de una entrevista inicial. Allí el orientador conocerá las expectativas del futuro alumno y también mostrará cómo podrá desarrollarse con el método.

Luego el alumno resuelve un test de diagnóstico para determinar cómo están sus conocimientos y en qué punto del material didáctico debe comenzar. El alumno inicia estudiando en un «punto de partida fácil», es decir, a partir de contenidos que conoce y domina. Esto le permite sentir el placer de aprender y tener autoconfianza.

Beneficios del método Kumon

  1. Estímulo de la autoconfianza.
  2. Habilidad y rapidez en el cálculo mental.
  3. Aumento de los tiempos de concentración.
  4. Agilidad de racionamiento lógico.
  5. Desarrollo del máximo de capacidades.