Con calor y vacaciones los niños no dudan en pasar una tarde en la piscina, en la playa o en algún lago, ya que el agua es su mejor aliado para capear las altas temperaturas y entretenerse. Sin embargo, puede ser peligroso para quienes aún no saben nadar muy bien. Por eso es fundamental conocer qué flotadores son recomendables para que puedan disfrutar sin riesgos.
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La Dra. Yassna Kiessling, pediatra del Servicio de Urgencia de
Clínica Universidad de los Andes, explica que “los ahogamientos son una causa muy importante de mortalidad infantil y, en la mayoría de las veces, se trata de situaciones prevenibles”.
Según un estudio elaborado por la Universidad de Valparaíso que reúne estadísticas de este tipo, en Chile estos accidentes son la segunda causa de muerte en niños entre 1 y 4 años.
Toma nota
Como medida de prevención la especialista recomienda siempre la supervisión de un adulto y el uso de chalecos salvavidas, evitando las alitas o inflables redondos. Estos últimos tienen más probabilidades de romperse, ya que el material suele ser de plástico. En cambio, los chalecos salvavidas son de material resistente y, además, aseguran que ante cualquier caída la persona emerja boca arriba permitiéndole respirar.
“Los flotadores son una forma de cuidar a los niños, pero es importante recordar que su uso adecuado jamás reemplaza la supervisión por un adulto”, señala la Dra. Kiessling.
Además, propone que una manera de proteger a los más pequeños es que los adultos también usen chalecos al salir en cualquier tipo de embarcación y al estar en el mar, ya que en caso de que sea necesario ayudar al niño, el adulto también requerirá del apoyo de un sistema de flotación.
Para la especialista, los flotadores no deben solo utilizarse si los niños se encuentran dentro del agua, también es preferible que los usen si están cerca de cualquier fuente de agua, piscina, río, lago o en el mar, y que sus cuidadores se mantengan cerca.
Características de un buen chaleco salvavidas
- En Chile, debe tener la certificación de la Armada.
- Debe encajar bien en quien lo va a utilizar, es decir, ser acorde al tamaño y el peso del niño.
- Hay que utilizar todos los broches y así debe quedar ajustado, pero cómodo.
- Para los niños más pequeños, el chaleco debe incluir cuello para apoyar la cabeza y una correa que va entre las piernas.
- Preferir uno de color llamativo.
Aprender a nadar: una protección extra
Además de que las piscinas cuenten con rejas protectoras (1,5 m de altura y máximo 10 cm entre barrotes) y un seguro, la Academia Americana de Pediatría recomienda las clases para niños en distintas edades. Esto como una protección adicional contra el ahogamiento:
- Menores de 1 año: No se recomiendan las clases de natación para bebés en esta edad, ya que, si bien muestran movimientos reflejos, no pueden levantar o sacar bien su cabeza fuera del agua para respirar. De todas formas, los padres pueden disfrutar del agua con sus bebés como una actividad recreacional.
- Edad preescolar: Estudios sugieren que las clases de destreza de supervivencia en el agua y clases de natación pueden reducir el riesgo de ahogamiento en niños entre 1 y 4 años.
- 4 años: Las clases en esta edad son de suma necesidad para la mayoría de las familias, puesto que los niños pueden aprender técnicas para sobrevivir en el agua, tales como flotar, pedalear y buscar un punto de salida.
- 5-6 años: Los niños ya comienzan a aprender técnicas más avanzadas, como nadar crol de frente (estilo perrito).
Por: Edición SM.
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