Esta situación de emergencia rápidamente se hizo algo cotidiano, con lo cual se produjo el agotamiento extremo de las madres, un factor contribuyente al desastre social, sanitario y económico global.
Ser madre es un trabajo a tiempo completo, las 24 horas del día y los 365 días del año. A esto se le suma que muchas mujeres también trabajan y llevan la mayor parte del peso de las tareas del hogar. Sin embargo, en muchas ocasiones, apenas terminan de poner orden y limpiar, encuentran que todo está sucio y desordenado de nuevo, lo cual genera una intensa sensación de frustración e impotencia que les hace cuestionarse el sentido y el valor de lo que están haciendo.
Por ello, contribuir a su bienestar y a su contención emocional sigue siendo más necesario que nunca.
¿Qué no decir a una madre sobrepasada?
La psicóloga Susana Romero, de Centro Médico Cetep, señala algunas recomendaciones respecto a lo que no hay que decirles a las madres:
- Evitar las comparaciones: podrían interpretarse como que la persona no está pudiendo con la situación porque no tiene todas las competencias.
- Ponerse de ejemplo: decir que se ha estado en situaciones semejantes y se ha logrado afrontar la carga sin verse sobrepasada.
- Frases como: «Hay personas que tienen peores problemas», «Relájate, es idea tuya», «No eres la única persona que está estresada».
Apoyo familiar
Además de lo anterior, Susana Romero indica que “no hay que minimizar la situación que sienten las madres, indicar que está bien tomar un descanso, validar sus emociones y observar qué la aflige más y ofrecer ayuda en forma espontánea”.
El apoyo más importante para las madres es que los miembros del hogar estén presentes y no que impongan su presencia, necesitan personas proactivas y que tengan la capacidad de preguntar en qué pueden ayudar.
Junto con lo anterior, “la comunicación es un elemento extremadamente importante en las relaciones humanas, sea en tiempo de sobrecarga o normal. Es la manera en que las personas intercambian información y se relacionan permitiendo el contacto humano”.
En ocasiones es muy importante solo estar presente y escuchar en silencio, permitir a la persona expresar su preocupación y/o motivo de sobrecarga. Recordarle que ha atravesado por situaciones complejas anteriormente y que ha logrado sobreponerse es una fuente motivadora para la madre.
Finalmente, darse cuenta de que no se puede con todo está bien, pero siempre es de gran ayuda consultar con un especialista para que el problema no pase a mayores.
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