Tocar y/o acariciar el cuello es uno de los comportamientos pacificadores más importantes y frecuentes que usamos para responder al estrés. Actúa como apaciguador cuando hay excitación límbica negativa.

Algunas personas frotan o masajean la parte posterior de su cuello con los dedos; otros acarician los lados de su cuello o justo debajo de la barbilla, tirando de la zona carnosa del cuello.

Esta área tiene muchas terminaciones nerviosas que, cuando se acarician, reducen la presión arterial, disminuyen la frecuencia cardíaca y calman a la persona.

Este ejercicio de la instructora de yoga, Paula Núñez (@yoga_pau22), es apto para todo tipo de personas con diferentes patologías cervicales. Para mujeres embarazadas, la opción es con la rodilla doblada y por fuera de pancita.

CRÉDITO VIDEO: @VALENTINAAUDIOVISUAL.

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