Yo tuve la suerte de vivir en París y tomar cursos de matemáticas y ciencias para niños, además de estudiar historia del arte en el Museo del Louvre. También trabajé como voluntaria en un jardín infantil de esa ciudad, lo que me permitió aprender y vivenciar la educación preescolar francesa. Hoy estoy a cargo del jardín infantil Goldfish, en La Dehesa. Es un trabajo que me fascina; compartir con los niños y niñas, sus familias y 16 educadoras es un real privilegio.
Educadora de párvulos a la distancia
Sabemos que para cada mamá y papá es una etapa muy especial de sus hijos en la que quieren participar. Por ello, como parte de la metodología “Stephens Philosophy”, cada proyecto termina con una “celebración de aprendizajes” donde invitamos a los padres a participar con la educadora de párvulos, a jugar con los pequeños, a descubrir los materiales que usamos y los libros que disfrutamos. De esta manera ellos “vivencian” los aprendizajes y el crecimiento de sus hijos.
Ahora bien. Debido a la pandemia hemos tenido que reformular nuestra forma de trabajo para acompañar y seguir presentes en la vida de los niños y sus familias. Estamos en contacto a través de videos con cuentos, actividades, canciones, manualidades y mucho más. También estamos entregando kits con actividades concretas para hacer en casa. Pero en esta época incierta lo fundamental y prioritario es entregar contención, entretención, alegría y mucho cariño día a día. Y es que cuando un niño siente la preocupación, alegría y profesionalismo de sus educadoras —quienes proponen cada proyecto envuelto en juego, música, materiales innovadores, creatividad, entusiasmo, cariño y respeto— el aprendizaje se da en forma instantánea.
Un sueño que se cumplió
Lo cierto es que desde muy chica soñaba con ser mamá de muchos hijos, ser tía de jardín infantil y tener una casa llena de gente. Ahora puedo decir que la vida cumplió mis deseos ¡y con creces! Soy mamá y junto a mi marido tenemos 4 hijos maravillosos de 15, 13, 10 y 7 años, además de los más de 100 niños del jardín infantil a los cuales quiero y cuido como una mamá.
Sonrío como mamá al ver a mis hijos crecer cada día siendo alegres, cariñosos y responsables. Me fascina compartir en familia paseos, viajes y panoramas, como también me preocupo de tener estas actividades con cada uno de ellos por separado. Son niños muy queridos, curiosos, generosos, con ganas de aprender y descubrir el mundo. Y lo más importante: con una gran capacidad de entrega y amor.
También sonrío como mamá cuando me doy cuenta de que mi forma de ser mamá viene del cariño y formación que me dieron mis abuelas y mi propia mamá, pilar fundamental en mi vida.
Como mamá y educadora quiero transmitir a mis hijos y alumnos la alegría de vivir, de compartir, de superarse y ser mejores cada día. Y lo más importante… que sepan y sientan que su mamá estará siempre presente, cercana y disponible para ellos.
Testimonio de Marisol Pérez Stephens, educadora de párvulos y psicopedagoga, directora de Goldfish Preschool en La Dehesa.
[irp posts=»9706″ name=»Testimonio: Muñecos Nonos inculcan el valor de la sencillez»]