Según el informe de la Organización Mundial de la Salud, titulado “Comprender y abordar la violencia contra las mujeres”, la violencia infringida por la pareja se presenta en todos los entornos y grupos socioeconómicos, religiosos y culturales.
Por otro lado, en el ámbito local, el estudio preliminar realizado por Instituto Milenio para el Estudio de Imperfecciones del Mercado y Políticas Públicas señala que durante el 2020, entre enero y septiembre, los llamados al Fono Familia “aumentaron en un 43,8% respecto del año anterior a nivel nacional, con un total de 24.806 llamadas pidiendo ayuda por violencia intrafamiliar».
La OMS define la violencia de pareja como “cualquier comportamiento, dentro de una relación íntima, que cause o pueda causar daño físico, psíquico o sexual a los miembros de la relación”. Existen cuatro formas de violencia: agresiones físicas, violencia sexual, maltrato emocional y comportamientos controladores y dominantes.
Señales de violencia en parejas
Densky Retamal, psicóloga de Centro Médico Cetep, señala que “hay que estar alerta a la desregulación emocional, la complacencia mal entendida y el descontrol sobre la propia vida. Así también hay que estar atentos a la incidencia que tiene la relación en las distintas esferas que componen la vida de una persona”.
La profesional añade que “se debe prestar atención también a las acciones que manipulan y menoscaban el quehacer diario. Gritos, insultos, ofensas y límites difusos son señales de una relación tóxica”.
“Muchas veces se ve afectada la relación con el espacio laboral, familiar y social de una persona que está dentro de una relación tóxica”, concluye la profesional de Cetep.
¿Cómo salir de una relación tóxica?
“Salir de una relación tóxica no es fácil, pese a lo evidente que puede llegar a ser la toxicidad de la interacción. Sin embargo, es importante mantener buenas redes de apoyo, buscar ayuda profesional, reconocer y tomar conciencia de la enfermedad de la relación”, señala la psicóloga.
Por otro lado, indica que “se debe fortalecer la autonomía, la capacidad de autorregulación, saber reconocer las emociones, fomentar los espacios de comunicación efectiva».
Verbalizar lo que está pasando es fundamental para el reconocimiento de lo que está dañado. Asimismo, escuchar cómo habla nuestro cuerpo en situaciones de estrés permite evidenciar que algo no está bien y es el primer paso para generar un cambio.
Finalmente, es importante prestar atención a estas señales y acudir prontamente a un profesional, para cuidar de manera temprana la salud mental y bienestar.
Por: CETEP. www.cetep.cl. Fono: +56 2 3210 1593.
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