¿Para qué sirve la mucosidad y la flema?
La mucosidad tiene varios nombres: mocos, sustancia pegajosa que sale de la nariz durante un resfriado, flema o mugre que puede obstruir los pulmones y provocar tos. Lo cierto es que es mucho más que una secreción nasal. El cuerpo produce mucosidad todo el tiempo y esta juega un papel importante en mantenerlo saludable. La mucosidad recubre las superficies húmedas del cuerpo, como los pulmones, los senos, la boca, el estómago y los intestinos. Incluso los ojos están cubiertos con una fina capa de mucosidad. Sirve como lubricante para evitar que los tejidos se sequen. También es una línea de defensa. “La mucosidad es muy importante porque filtra los materiales que se inhalan por la nariz como el polvo, los alérgenos y los microorganismos. Cualquier cosa que la persona respire queda atrapada en la mucosidad, como en el papel matamoscas”, dice el Dr. Andrew Lane, experto en oído, nariz y garganta de la Universidad Johns Hopkins. Por lo general, la mucosidad solo se nota cuando se produce demasiado o cambia de consistencia. Una infección puede hacer que se vuelva más espesa y pegajosa. Las infecciones también provocan inflamación en las membranas mucosas que recubren la nariz y el resto de las vías respiratorias. Esto puede causar que ciertas glándulas de las vías respiratorias produzcan más mucosidad. Esta puede volverse espesa con las bacterias y las células que llegan para combatir la infección, lo que puede estimular aún más la producción. “Cuando la mucosidad es particularmente excesiva puede ser molesta, ya que se presenta como secreción nasal, congestión nasal y goteo posnasal”, dice el Dr. Bruce Bochner, experto en alergias de la Universidad Northwestern. El goteo posnasal se produce cuando el exceso de mucosidad de la parte posterior de la nariz se acumula y gotea por la parte posterior de la garganta. Es una causa común de la tos. Las alergias también pueden hacer que el cuerpo produzca más mucosidad. Cuando la persona tiene alergia, el sistema inmunitario reacciona de forma exagerada a una sustancia inofensiva, como el polen, el polvo o la caspa de animales. Luego, las células de las vías respiratorias liberan sustancias como la histamina, y esta puede provocar estornudos. También hace que las membranas mucosas de la nariz se hinchen y que las glándulas produzcan más mucosidad. El equipo de Bochner estudia cómo ciertas proteínas de las células inmunitarias controlan las alergias y la inflamación. También analizan cómo ciertos componentes de la mucosidad podrían ayudar a combatir la inflamación. “Existen dos tipos generales de secreciones que se producen en la nariz. Por ejemplo, las alergias, comer alimentos picantes y estar afuera en el frío pueden provocar una descarga nasal más acuosa. Por lo general, el cuerpo produce una mucosidad más espesa cuando la persona tiene un resfriado (causado por virus) o una infección sinusal (causada por bacterias)”, explica Bochner. La mayoría de los problemas de mucosidad son temporales. Sin embargo, producir demasiada contribuye a la aparición de algunas afecciones graves. Esto incluye la fibrosis quística, un trastorno genético que hace que la mucosidad de los pulmones se vuelva espesa y parecida al pegamento. La mucosidad se puede presentar en una variedad de colores. Por lo general suele ser clara, pero durante un resfriado es posible que el moco se vea turbio o amarillento. Las proteínas que liberan las células que causan la inflamación se pueden atascar en la mucosidad y darle ese color. La mucosidad marrón o negra se presenta con mayor frecuencia en los fumadores crónicos y en personas con algunos tipos de enfermedad pulmonar. Los colores verdosos, parduscos o sangrientos pueden indicar una infección bacteriana. Sin embargo, puede ser difícil determinar un problema solo por el color de la flema. Dado que muchas cosas pueden hacer que el cuerpo produzca demasiada de esta sustancia, los médicos se basan en otras pistas para diagnosticar y tratar los problemas de salud. Fuente: Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos
Leer artículo completo
“La mucosidad y la flema tienen mala reputación. La gente piensa que es algo que se debe expectorar y sacar, o que es algo malo. Sin embargo, es el nexo entre la persona y el mundo exterior”, menciona el Dr. Richard Boucher, experto en pulmones de la Universidad de Carolina del Norte.
Trabajo valioso
Demasiada mucosidad
Colores de la mucosidad