El inhalador es una herramienta para administrar medicamentos muy utilizada cuanto estamos en presencia de enfermedades respiratorias. Sin embargo, y lamentablemente, no suele ser usado correctamente provocando pérdida de eficacia.
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A continuación, se muestran algunos puntos fundamentales para que el inhalador de dosis medida (el llamado “puff”) cumpla su objetivo de manera eficaz.
Toma nota
- Verifica en forma previa que el inhalador a utilizar sea el adecuado. Para esto, siempre consulta con tu pediatra.
- Antes de usar el inhalador, agítalo enérgicamente al menos por 5 segundos.
- Siempre se debe utilizar aerocámara o espaciador para aplicar el inhalador de dosis medida. Esto es importantísimo, ya que es la forma de asegurar que el medicamento llegue bien a los bronquios y que no se quede pegado en la garganta.
- Se recomienda que el niño esté sentado y en una posición cómoda.
- Fija la mascarilla de la aerocámara sobre la cara, asegurándote de que quede cubierta la nariz y la boca.
- Una vez que realices el “puff”, es importante no retirar la aerocámara por al menos 10 segundos (o contar al menos 5 respiraciones del niño).
- Entre cada “puff” de la dosis recomendada por el médico, espera 15 segundos.
- En caso de requerir un segundo puff, repite los pasos del 2 al 6.
- La aerocámara o el espaciador deben ser limpiados con agua jabonosa al menos una vez por semana. Es muy importante no enjuagar con agua, de manera que quede una película de jabón por dentro de la aerocámara, lo que evitará la estática y que el medicamento quede adherido a las paredes de la aerocámara, mejorando así la llegada del medicamento a los bronquios. Luego deja secar al aire sin utilizar paño.
Fuente: Roberto Vera, especialista en Kinesiología Respiratoria, Profesor Asistente Departamento de Kinesiología Universidad de Chile. Sociedad Chilena de Neumología Pediátrica
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