Por años hemos crecido aprendiendo que el consumo de Vitamina C es fundamental para prevenir los resfríos, más aún en la época de invierno cuando los índices de enfermedades respiratorias se disparan.

Efectivamente, a la Vitamina C se le han atribuido propiedades de prevención de resfríos. “La vitamina C tiene un poderoso efecto antioxidante, y sus beneficios pueden atribuirse al disminuir el estrés oxidativo, generado durante las infecciones, sobre todo en las infecciones virales. Asimismo, se ha evidenciado en algunos estudios, que la vitamina C puede afectar, por ejemplo, en la fagocitosis y quimiotaxis de leucocitos, replicación del virus y producción de interferón, todo esto son factores indispensables en la respuesta inmune de nuestro organismo”, explica Mario Rodríguez, académico de la Escuela de Química y Farmacia de la U. Andrés Bello.

¿Mito o Verdad?

Según el profesional, “en la actualidad la única medida que ha demostrado disminuir los resfriados de manera significativa es el lavado de manos. Este acto evita la propagación de virus respiratorios, sobre todo, en la población infantil”.

El químico farmacéutico clínico es categórico al señalar que “la suplementación de vitamina C para prevenir resfriado se ha estudiado en 29 estudios clínicos, con los cuales se quiso ver si es que existe una asociación a favor de prevenir resfríos, pero las conclusiones que engloban todos esos estudios a través de un metaanálisis, del año 2013, demostró que la suplementación de vitamina C de manera regular no previene resfriados de manera significativa”.

Sin embargo, el académico de la UNAB subraya que “un grupo de personas se puede ver beneficiada del consumo diario de vitamina C para prevenir resfríos, ellos son personas que se encuentran expuestos a actividad vigorosa, especialmente en condiciones extremas como corredores de maratón, esquiadores y soldados en que están en zonas polares”.

Dosis

Respecto a la dosis en que se deben consumir Vitamina C, el experto aclara que varía según el uso que se quiera dar para un paciente. “Por ejemplo, para prevenir déficit de ella o profilaxis de resfriado son de 100 a 500mg día para población entre 2 y 11 años; de 500mg a 1g día para mayores de 11 años, pero para pacientes críticos que llegan con quemaduras severas, las dosis que se utilizan de vitamina C para ayudar a la cicatrización de los tejidos varían de 1g a 2g o incluso más dependiendo del tamaño del tejido afectado. De todas formas, la Food and Drug Administration (FDA) no ha aprobado dosis mayores a 200mg día y duraciones mayores a 7 días”, dice.

La Vitamina C no tiene ninguna contraindicación absoluta, pero no es recomendada en pacientes que tienen úlceras gástricas o hemorragias digestivas debido al acidez que tiene. “De todos modos, cuando se ha administrado en dosis altas y durante tiempo prolongado, se ha visto que, al acidificar la orina, puede inducir a precipitación de cálculos renales de cisteína, urato u oxalato”, concluye.