Al mirar hacia atrás, la mayoría de nosotros recordamos con especial cariño las horas que pasamos jugando y conversando con nuestros amigos del colegio.

Algunas veces, estas relaciones escolares no sobrevivieron la transición a la adultez y el surgimiento de una nueva personalidad. Otras veces, una amistad temprana se convirtió en un compañerismo que dura toda la vida.

Sin importar la duración de la relación, las amistades de la infancia juegan un rol importante en la forma en que nos desarrollamos como adultos. En términos psicológicos, la interacción con amigos ayuda a los niños a ampliar atributos tan importantes como destrezas físicas, habilidades lingüísticas, resolución de problemas y consideración por otros. Sin amigos, los niños pueden perder confianza en sí mismos, sufrir baja autoestima, sentirse tristes y estresados.

Quienes tienen amigos tienden a sentirse felices y disfrutan de su vida escolar. También aquellos que forman fuertes y positivos lazos de amistad durante la educación básica son menos propensos a tener problemas de comportamiento y emocionales durante la adolescencia. Sus amigos los proveen de apoyo y valor cuando deben enfrentar temas difíciles y son un foro informal donde compartir la confusión y preocupaciones de la adolescencia.

Como padres, es importante que fomentemos en nuestros hijos el hacer amigos durante su vida escolar. Sin embargo, tenemos el derecho a juzgar la influencia positiva o negativa que puedan ejercer ciertas amistades. Una buena idea es invitar a los amigos de su hijo a jugar en la casa para ver cómo interactúa con sus pares.

Sugerencias para ayudar al niño a hacer amigos

Hay que recordar que la principal forma en que los niños aprenden a interactuar con otras personas es viendo cómo sus padres se relacionan con otros. Si usted conversa con las personas en forma educada y amistosa, lo más probable es que su hijo adopte ese comportamiento como modelo. Para reforzar esta forma incidental de enseñanza podría escribir una lista de comportamientos que favorecen la amistad tales como usar un tono de voz amistoso, saludar, compartir juguetes, pedir las cosas educadamente, sonriendo y respetando los turnos para jugar. Esto le va a servir como recordatorio para procurar que el niño lo vea realizando estas acciones.

También puede ayudar a su hijo a desarrollar estas habilidades practicándolas en forma entretenida a través del juego de roles. Dígale a su hijo que practique con todas las habilidades de su lista, tomándolo a usted como uno de sus amigos del colegio. Asegúrese de contestar todas sus preguntas acerca del proceso de hacer amigos.

Aparte de las habilidades individuales, por supuesto que hay ciertas actividades afuera del colegio que pueden ampliar las oportunidades de hacer amigos. Si su hijo muestra interés por los deportes u otras actividades extra programáticas como música, scouts o arte, foméntele que se una a algún grupo. Ahí se presentarán situaciones ideales para que conozca a otros. Por supuesto que si la personalidad de su hijo no se aviene con ciertas actividades, no lo fuerce a unirse a un grupo que no le interesa.

 

Por: Matt Sanders, Director del Parenting and Family Support Center de la Universidad de Queensland y Fundador de Triple P- Programa de Parentalidad Positiva.