Un poco diferente
El Dr. Cristian Aguirre, psiquiatra de Clínica Las Condes, explicó que “en hombres tiene algunas diferencias en cuanto a la sintomatología. El hombre con depresión posparto tiende a aislarse más, tiene conductas más impulsivas y se vuelven más irritables, a diferencia de las mujeres que la expresan con tristeza o sentimientos de culpa”.
En líneas generales, los síntomas de la depresión posparto son los siguientes:
- Irritabilidad.
- Aislamiento social.
- Falta de placer al hacer cosas.
- Cambio en los patrones de sueño, ya sea con insomnio o exceso de horas de sueño.
- Falta de energía.
- Problemas de memoria a corto plazo.
Razones
Respecto a las razones por las que un hombre puede verse expuesto a esta situación, el especialista las separó en dos líneas: una centrada en la paternidad misma y otra más enfocada en sus antecedentes.
De este modo, el psiquiatra comentó que “naturalmente la mamá con el niño tiene una unión muy intensa, y muchas veces los papás que ven desde afuera esto se sienten en segundo plano y les duele harto. Lo importante para prevenir esta situación es poder estar presente en la paternidad, ya que esto genera que el papá pueda incluirse y en vez de formar una diada, ser una triada. La función del papá es sostener a la madre y al niño haciéndose más participativos de la crianza”.
Por otro lado, respecto a los antecedentes de los padres que podrían sufrir depresión posparto, el experto enumeró algunos factores de riesgo, tales como:
- Dificultad para establecer apego con el bebé.
- Ser padre por primera vez.
- Falta de redes de apoyo.
- Cambios en la relación matrimonial o de pareja.
- Sentirse excluido o celoso de el lazo establecido entre la madre la guagua (diada).
- No ser involucrado en la crianza.
- Depresión de la madre.
- Situaciones de estrés laboral.
- Problemas económicos.
- Niveles bajos de testosterona.
Consecuencias
Al igual que en el caso de las madres, si un padre sufre depresión posparto, esto va a tener repercusiones en su hijo y en la crianza. En ese sentido, el profesional indicó que “trae una serie de problemas en distintas épocas de la vida del hijo, ya que a corto plazo puede hacer que el recién nacido sea más irritable, a mediano plazo puede generar trastornos conductuales con más frecuencia durante la niñez, mientras que, a largo plazo, son niños con más probabilidad de tener cuadros depresivos e intentos suicidas”.
Por otro lado, este tipo de patologías también afecta la convivencia a nivel familiar. En palabras del Dr. Aguirre, “aparte de todo el estrés que genera un padre deprimido, puede existir un mayor índice de separaciones y problemas vinculares entre la mamá, el papá y el hijo”.
Tratamiento
Tal como otros cuadros depresivos, existen varias formas de combatirla en los padres. En primer lugar, lo esencial es que, si se presenta alguno de los síntomas detallados anteriormente, la persona afectada se acerque a un profesional para definir si realmente se trata de un caso de depresión posparto.
Una vez realizado el diagnóstico, este tipo de patología mental se puede tratar con psicofármacos, y en algunos casos, esto complementado por una terapia psicológica. El objetivo es manejar las relaciones interpersonales y los trastornos conductuales, de modo que el padre pueda disfrutar de la crianza y de la nueva dinámica familiar.