A diferencia de lo que se cree, el porteo no es un método de crianza nuevo. Nace probablemente desde comienzos de la humanidad como medida segura y efectiva para movilizarnos con nuestras crías.
Leer artículo completo
A medida que fuimos evolucionando, el mundo se encargó de hacernos creer que los niños debían ser “más autónomos” desde el nacimiento y las madres y padres comenzaron a retirar poco a poco a los niños de los brazos, llegando a decirse que es lo adecuado para no “malcriarlo”. Sin embargo, se trata de un ser que necesita de los brazos para sentir seguridad y contención.
El regreso del porteo
El apego seguro con el bebé es el que garantiza un correcto desarrollo y esto lo logramos entregando cuidados y apoyo permanente cuando lo necesite. ¡Y qué mejor manera de hacerlo que teniendo al hijo cerca del cuerpo de su madre o cuidadora o cuidador, y manteniendo una sensación permanente de seguridad con el solo hecho de cargarlo!
Entonces, el porteo reaparece como una práctica de crianza natural hace unas décadas y sigue sumando adeptos hoy en día, ya que es un método fácil de utilizar, económico y que tiene muchos beneficios para el bebé y los cuidadores.
Es muy importante señalar que, si bien se han registrado algunas muertes por asfixia en portabebés, estas se han debido al uso inadecuado de estos. Por lo tanto, es de suma importancia indicar que existen algunas medidas de seguridad para realizar un porteo seguro.
Seguridad ante todo
- El porteo comienza desde neonatos solo utilizando los brazos y luego del mes de vida con algún dispositivo de porteo. Se debe revisar el dispositivo elegido ya que algunos se recomiendan desde un peso específico del bebé.
- El porteo debe ser siempre ergonómico, o sea, debe respetar la fisionomía y fisiología tanto del bebé como de la persona que realiza el porteo. El bebé debe tener la espalda en semiflexión, piernas en flexión y separadas, rodillas más arriba que las caderas (posición M o ranita).
- El sistema utilizado debe estar tenso para dar el apoyo necesario al bebé, sobre todo de su cabeza, ya que a temprana edad las guaguas no poseen control cervical.
- El sistema de porteo debe ser cómodo tanto para el bebé como para el adulto.
- El bebé debe ser transportado de frente al adulto y a una altura adecuada que garantice que su vía aérea está segura. Esto se verifica manteniendo la cabeza del niño/a a una altura que nos permita darle un beso en ella. Además, la nariz debe quedar libre y sus nalgas no deben quedar por debajo del ombligo del adulto.
- No se debe correr o trotar mientras se portea, ya que el movimiento repentino y repetitivo es muy peligroso para las guaguas.
- Tampoco se debe andar en bicicleta o portear dentro de un automóvil. Debemos recordar que existen sistemas de seguridad específicos para ser utilizados en estos medios de transporte.
- El niño/a porteado debe tener una prenda menos que el adulto que portea.
- Se puede portear a un niño o niña en la espalda del adulto siempre y cuando ya tenga control cervical y se siente, pero siempre en posición de M.
Beneficios del porteo
- Los niños porteados son más tranquilos, lloran menos y duermen más.
- Los cuidadores logran tener menos “estímulos estresantes” en relación con la crianza.
- Los cuidadores mejoran su autoestima, ya que se sienten más capaces de cuidar de este pequeño ser. Se fomenta una sensación de “lo estoy haciendo bien”. Por ello, el proceso de adaptación al nuevo estilo de vida es mucho más positivo.
- Se ha observado menor prevalencia de depresión posparto. Y es que el contacto con el bebé y la lactancia implican un equilibrio endocrino particular dominado por la oxitocina y la prolactina. Por lo tanto, sin contacto ni lactancia (o sin lo suficiente) hay un desequilibrio endocrino que puede llevar a una depresión posparto (el cuerpo materno identifica que el bebé ha desaparecido).
- El porteo permite que el padre se empodere aún más del proceso de paternidad, siendo un ente activo en la crianza y liberando a la madre de algunas actividades.
- Mantener “las manos libres” permite a los cuidadores realizar otro tipo de actividades, manos que con otros sistemas estarían moviendo constantemente un coche o una sillita mecedora.
- El porteo satisface plenamente la necesidad de cercanía, disponibilidad y contención de la guagua; permite una comunicación más efectiva y una mayor posibilidad de que el niño se sienta seguro de contar con la ayuda del adulto para calmarlo en momentos de estrés.
Opciones para elegir
No debemos olvidar que existen diversos sistemas para realizar porteo ergonómico: bandoleras, meitai, mochila ergonómica, fular, entre otros.
Cada madre, padre o cuidador/a debe buscar el que más le acomode, ya que todos son seguros y poseen los beneficios antes descritos.
En la página de Chile Crece Contigo existe diversa información de cada uno de ellos que se recomienda consultar.
Por: Gabriela Fuentes, enfermera, monitora de lactancia y profesora asistente de Universidad Santo Tomás Sede Temuco.
Otras notas relacionadas: