En ciertas ocasiones, cuando la mamá está dando pecho o biberón nota que el bebé sufre un poco (o mucho) de atragantamiento, al punto de salirle, incluso, leche por la nariz. Son instantes donde puede sentir temor al no saber qué le pasa al bebé, o inseguridad al sentir que está haciendo algo mal. Leer artículo completo
Lo cierto es que tanto en el caso del biberón como del pecho, los bebés pueden atorarse y toser al tomar la leche como un mecanismo de defensa. Y existen varias razones de ello, que se explican a continuación.
1-Flujo rápido de salida de la leche
Esto puede darse en el pecho o cuando utilizamos una tetina de mamadera con un alto flujo.
Algunas madres tienen un flujo de leche rápido, lo que puede hacer que el bebé trague más leche de lo que puede manejar cuando está al pecho. Esto puede llevar a que se atragante o tenga dificultad para respirar temporalmente. En estos casos es útil probar diferentes posiciones de amamantamiento para controlar el flujo de leche y permitir que el bebé se alimente de manera más cómoda. La Posición de Dancer y la Posición Biológica pueden ser de mucha ayuda, ya que el pecho queda contra la gravedad lo que disminuye el flujo de salida de la leche.
Para el caso de las mamás que dan biberón se recomienda utilizar tetinas de flujo bajo y dar la mamadera a los bebés utilizando la Posición de Kassing. Este método consiste en poner al bebé lo más vertical posible (no tumbado boca arriba) dándole el biberón en horizontal, sin inclinarlo (el bebé saca leche con la succión). Fue creado por la asesora de lactancia Dee Kassing para favorecer la lactancia materna en madres que debían utilizar también biberón. Con este método el flujo de leche que sale de la tetina es menor.
2-Alteraciones en la succión
Algunos bebés pueden tener dificultades para succionar correctamente el pecho materno, lo que puede llevar a una mala coordinación entre tragar y respirar. ¿Resultado? Atragantamientos ocasionales. Para estos casos debemos consultar con un fonoaudiólogo/a, quien es el profesional correcto para tratar trastornos de motricidad orofacial.
Esto puede darse tanto en bebés amamantados como en aquellos que toman biberón, y en ambos casos debemos consultar.
3-Reflejo de eyección exagerado
El reflejo de eyección es el proceso en que la leche materna sale del pecho durante la lactancia. En algunos casos, este reflejo puede ser exagerado o muy potente, lo que hace que la leche salga con más fuerza y rapidez de lo normal. Si el bebé no puede manejar este flujo de leche intenso puede ocurrir un atragantamiento.
Para estos casos podemos extraer leche materna antes de empezar a amamantar durante 3 o 4 minutos. También es de mucha ayuda utilizar las posiciones antes mencionadas.
4-Postura inadecuada al pecho
Una posición incorrecta durante la lactancia puede hacer que el bebé tenga dificultades para tragar y respirar adecuadamente. Conviene asegurarse de que el pequeño/a esté bien posicionado, con una buena alineación de cabeza, cuello y cuerpo, para facilitar una alimentación segura y cómoda.
Si estás preocupada acerca de los atragantamientos frecuentes con leche o si tu bebé parece tener dificultades persistentes durante la lactancia, es importante que consultes con un médico o especialista en lactancia para recibir una evaluación y orientación individualizada.
Recuerda que cada bebé es único y puede haber diferentes factores que contribuyan a los atragantamientos. La paciencia, la observación cuidadosa y el apoyo adecuado ayudan a superar cualquier dificultad.
Por: Paulina Campos, enfermera y asesora de lactancia. Creadora de la comunidad @bendita_lactancia
(Crédito ilustraciones: Guía de Práctica Clínica sobre Lactancia Materna)
