8 consejos para ayudar a los niños a distraerse y aprender en vacaciones
Es época de vacaciones y, en la situación de salud actual, sin duda que se hace difícil organizar rutinas asociadas a paseos y distracciones en espacios abiertos.
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¿Qué pasa si debemos cumplir cuarentena? ¿Cómo ayudar a nuestros hijos a distraerse? ¿Cómo contribuir a que en este periodo no descuiden lo logrado alcanzado en sus clases virtuales? “La organización de pequeñas rutinas domésticas podría ser un factor importante para entretener y no dejar de aprender”, destaca Claudia Figueroa, académica de la Facultad de Ciencias de la Rehabilitación de la U. Andrés Bello. La fonoaudióloga y experta en aprendizaje cognitivo detalla a continuación algunos consejos: Cualquieras sean las condiciones en el hogar en vacaciones, siempre hace falta colaboración en rutinas y responsabilidades. Estas actividades desarrolladas por los niños, según su edad, pueden ser enriquecedoras y entretenidas. Si, por ejemplo, logramos un calendario de variados tipos de ellas cuya realización permita logro de «beneficios», esto no solo desarrolla estrategias cognitivas de planificación y resolución de problemas, sino que desafía a los menores a solucionar problemas de manera cercana y concreta. Además, fortalece el sentido de responsabilidad, tan necesario en nuestro actuar con el entorno. Generar espacios para compartir una actividad familiar como cocinar o ver una película juntos es muy valioso en vacaciones. Conversar sobre ello, prepararse, organizar el espacio, disponer de los tiempos de atención, etc., son un entrenamiento y fortalecimiento de habilidades necesarias para, por ejemplo, atender en el aula y organizar actividades en ellas. Debemos tratar de buscar espacios de entretención sin pantallas o medios tecnológicos en vacaciones. Pintar, recortar, pegar, construir con papel o cartón es saludable y un potenciador de las posibilidades creativas que son transversales en el proceso de aprendizaje. Leer juntos es una excelente rutina en vacaciones. No importa la edad, el leer o escuchar la lectura de textos conversando o preguntando sobre lo leído no solo fomenta y genera un hábito que nos enriquece, sino que también fomenta la comprensión, mejora el desempeño lingüístico y fortalece el conocimiento. Tener espacios de contacto con la naturaleza, lo que va desde plantar en una jardinera de un balcón a salir (cuidándonos) a recorrer el parque o dar una vuelta cerca del hogar, no solo permite una sensación de pertenencia que nos nutre, sino que también aprendizajes específicos como la persistencia, el cuidado y la responsabilidad. Todo esto es fundamental para cualquier aprendizaje. Aprender algo nuevo es un desafío importante y nos permite explorar intereses. Generar y motivar ello de acuerdo con la edad es un fortalecedor del conocimiento de uno mismo y despliegue de estrategias para el logro. Mantener con flexibilidad rutinas de horarios y comidas en vacaciones no solo facilitará la transición, por ejemplo en época escolar ayudando a levantarse más temprano, sino que también permite una anticipación que es fundamental para comprender el entorno y adaptarse a ello. Disfrutar espacios posibles de conversación e intercambio de ideas siempre es un generador de más espacios de este tipo, de confianza, de acompañamiento. Y por sobre todo de conocimiento de nosotros mismos, lo que facilita cualquier desarrollo en nuestras vidas incluyendo el aprendizaje. [irp posts=»10199″ name=»Los beneficios de los juegos de mesa»]1-Rutinas y responsabilidades
2-Actividad familiar
3-Sin pantallas
4-Lectura
5-Naturaleza
6-Cosas nuevas
7-Horarios
8-Conversaciones