Buena higiene personal en los niños: ¿por qué es importante?

Además, los niños que son bien aseados suelen sentirse más seguros de sí mismos y tienen mayor autoestima, ya que contribuye a que tengan una imagen positiva de sí mismos y fomenta una actitud positiva hacia su propio cuerpo.

Los niños que cuidan su higiene personal son más propensos a ser aceptados por sus compañeros y a tener relaciones sociales positivas, ya que se interactúa de manera adecuada y respetuosa con los demás, propiciando que haya una convivencia armoniosa.

A medida que aprenden a cepillarse los dientes, lavarse las manos y bañarse, adquieren la capacidad de cuidar de sí mismos y asumir la responsabilidad de su bienestar personal, por lo que estamos potenciando su desarrollo de responsabilidad y autonomía.

La higiene personal abarca diversas prácticas que deben ser enseñadas y reforzadas por los padres y cuidadores.

Lavado de manos

Muchas personas piensan que para lavarnos las manos basta solo con agua. Pero en realidad esto no es suficiente para eliminar los gérmenes. Solo el lavado de manos con agua y jabón logra sacar la grasa, suciedad y elimina gérmenes.

Si se usan apropiadamente, todos los jabones son efectivos para acabar con los gérmenes que causan las enfermedades más comunes, sobre todo en aquellos momentos críticos como son después de ir al baño, de limpiar la caca de un niño y antes de manipular alimentos. Cuando las personas no usan jabón en estas ocasiones pueden transmitir bacterias, virus y parásitos contagiando a diversos huéspedes.

Frecuentemente, las manos actúan como portadores de organismos patógenos que causan enfermedades y contagios de persona a persona. El lavado de manos con agua y jabón interrumpe la cadena de transmisión de muchas de estas enfermedades.

Por lo general, las enfermedades diarreicas se describen como relacionadas con el agua. Pero para ser más precisos están relacionadas con los excrementos, ya que los patógenos provienen de la materia fecal. Estos patógenos hacen que la gente se enferme cuando ingresan por la boca a través de las manos que han estado en contacto con las heces, con consumo de agua contaminada, con alimentos crudos contaminados y utensilios que no han sido lavados o con ropa manchada con excretas. Adicionalmente, el lavado de manos con jabón reduce la incidencia de infestación por parásitos intestinales e infecciones de la piel y de los ojos.

El olor y la sensación de limpieza que deja el jabón es, además, un incentivo para su uso en niños.

Higiene dental

Inculcar la importancia del cepillado regular de los dientes es esencial para mantener una buena salud bucal. Previene enfermedades como la caries o enfermedades de las encías, contribuye al desarrollo saludable de los dientes y la mandíbula. Unos dientes y encías correctamente aseados no solo mejoran la función masticatoria, sino que también pueden prevenir problemas futuros, como la maloclusión y la necesidad de tratamientos ortodóncicos.

Las enfermedades periodontales, por ejemplo, están asociadas con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y otras afecciones sistémicas. Al mantener una buena higiene bucal los niños pueden reducir el riesgo de problemas de salud relacionados con la boca y otras partes del cuerpo.

El mal aliento, también conocido como halitosis, puede tener un impacto negativo en la confianza y las relaciones sociales, por lo que su prevención a través del cepillado de los dientes, la lengua y el uso de enjuague bucal, ayuda a prevenir este problema  y a mantener un aliento fresco.

Trata de establecer con los niños una rutina de cepillado adecuada, al menos dos veces al día al menos después de las alimentaciones principales, y el uso de hilo dental regularmente. Además, es fundamental promover visitas periódicas al dentista para revisiones y limpiezas.

Baño regular

Durante el día, la piel de los niños acumula suciedad, sudor y otras impurezas, por lo que el baño les permite eliminar estas sustancias y mantener su piel limpia. También ayuda a prevenir enfermedades de la piel, como infecciones bacterianas, por hongos, parásitos o erupciones cutáneas.

El baño es una experiencia sensorial enriquecedora, ya que el contacto con el agua y la sensación de frescura estimulan sus sentidos y puede ser una fuente de diversión y relajación para ellos. Además, tomar un baño antes de dormir puede ser una rutina que les permita calmarse y prepararse para el descanso, ya que el agua tibia y la sensación de limpieza pueden contribuir a un sueño más tranquilo y reparador.

En definitiva, enseñar a los niños la importancia de tomar baños regulares contribuye a mantener una piel limpia y saludable. Fomenta el uso de jabón suave y agua tibia, y explícale cómo lavar todas las partes de su cuerpo, prestando especial atención a las áreas propensas a acumular suciedad.

Cuidado del cabello

El cuero cabelludo de los niños puede acumular suciedad, grasa y células muertas, por lo que lavarlo regularmente ayuda a eliminar estas impurezas y mantenerlo limpio y saludable. También se previenen problemas como la caspa, la irritación del cuero cabelludo, las infecciones por hongos y las infestaciones de piojos, ya que estos se propagan con mayor facilidad en el cabello sucio y enredado.

Un cabello limpio y bien cuidado contribuye a la imagen personal y a la autoestima de los niños. Les ayuda a sentirse más seguros de sí mismos y a desarrollar una actitud positiva hacia su apariencia física.

Uso de ropa limpia

Enséñales a los niños a cambiar su ropa regularmente y a mantenerla limpia. Explica la importancia de usar ropa interior limpia todos los días y de cambiar los calcetines y la ropa de dormir regularmente.

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Fuente: Sociedad Chilena de Pediatría (Sochipe)