A mi bebé no le gusta el baño ¿qué puedo hacer?
El baño es una de las actividades diarias de la mamá/papá con el bebé: lo pone en contacto con nuevos estímulos y lo ayuda a relajarse. Puede ser un momento muy agradable, pero al principio a veces no suele ser así. Seguramente, el baño será un placer para él muy pronto, pero los primeros días sigue demasiado abrumado por tantas sensaciones nuevas. Extraña la seguridad del vientre de mamá, y lo inquieta sentirse desnudo. Además, a veces se le introduce en la bañera de forma brusca, boca arriba, cogido por un papá o una mamá temerosos de que les resbale hacia el fondo de la bañera. Si tu bebé es de los que lloran al bañarlo debes saber que el baño no es imprescindible y que puedes hacerlo cada tres o cuatro días. Por el contrario, en el cambio de pañal debes limpiarlo con cuidado e hidratarlo perfectamente… con eso es suficiente. Más adelante, en unas semanas como mucho, se acostumbrará y bañarse será una fiesta. Más adelante, después del baño será un buen momento para darle un masaje o jugar un rato. Por ahora, justo al salir del baño le apetecerá mamar, y seguramente después dormirá un buen rato para descansar y digerir tantas emociones. Fuente: Libro «Vínculos» (Ediciones Urano), escrito por Ángels Torras, educadora prenatal y terapeuta psicocorporal; y Míriam Tirado, consultora de crianza consciente. [irp posts=»14578″ name=»Ejercicios para bebés menores de 1 año»]
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Los padres esperan con ilusión la caída del cordón umbilical ya seco de su bebé, pues lo consideran un signo evidente de que está listo para el baño, y lo viven con expectación. Entonces, cuando el pequeño está en el agua, empieza a llorar desconsoladamente y hay que sacarlo a toda prisa. ¿Qué ha pasado? ¡Nos habían dicho que a los bebés les gustaba el baño! ¿Hemos hecho algo mal?
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