Cómo estimular la inteligencia emocional en los niños
La inteligencia emocional o CE no se basa en el grado de inteligencia de un niño (CI, coeficiente intelectual), más bien en lo que alguna vez llamamos características de la personalidad o simplemente carácter. La Inteligencia Emocional no se refiere exclusivamente a las emociones, sino a cómo integrar éstas con las cogniciones y los actos. La idea es poner inteligencia a las emociones. Por lo tanto, puede ser definida como la habilidad para percibir, evaluar, comprender y expresar emociones, y la habilidad para regular estas emociones que promuevan el crecimiento intelectual y emocional. «Es una destreza que nos permite conocer y manejar nuestros propios sentimientos, interpretar o enfrentar los sentimientos de los demás, sentirnos satisfechos y ser eficaces en la vida. También permite crear hábitos mentales que favorezcan nuestra propia productividad», señala. Otras habilidades que caracterizan a la Inteligencia Emocional son suficiente motivación y persistencia en los proyectos, resistencia a las frustraciones, control de los impulsos, regulación del humor, desarrollo de la empatía y manejo del estrés. [irp posts=»7204″ name=»Amanda Céspedes: Solo la ternura hace irrompibles a los niños»»] Según Paula Ramírez, la Inteligencia Emocional, como toda conducta, es transmitida de padres a hijos, sobre todo a partir de los modelos que el niño imite. Tras diversos estudios se ha comprobado que los pequeños son capaces de captar los estados de ánimo de los adultos. Igual que se les enseñan la matemáticas, la historia, los idiomas, necesitan que los padres desde pequeños los ayuden a formar su carácter y a desarrollar las 11 cualidades básicas que se relacionan con la inteligencia emocional: Considerando esto sería posible controlar ciertas conductas desadaptadas como alcoholismo, drogadicción y depresión infantil y juvenil. El aumento explosivo de estas conductas es una señal de alarma que nos obliga a replantear los métodos tradicionales de enseñanza. Tanto niños como adultos son capaces de incorporar aprendizajes para desarrollar habilidades intelectuales y emocionales. Los padres que manifiestan la ternura y el amor producen efectos muy positivos en sus hijos. En lo cognitivo, éstos serán alumnos más eficaces, con mayor concentración y con menores interferencias afectivas. En el plano social causarán una mejor impresión y serán más hábiles para relacionarse. Partiendo del hecho de que los padres son el principal modelo de imitación de los hijos, la psicóloga señala que lo ideal es empezar a entrenar y ejercitar su Inteligencia Emocional para que los hijos puedan adquirir esos hábitos. Si analizamos esta regla podemos obtener 5 principios: [irp posts=»5825″ name=»¿Qué es el aprendizaje socioemocional?»]
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De acuerdo a la psicóloga Paula Ramírez, algunos estudios han descubierto que las capacidades sociales y emocionales pueden ser aún más fundamentales para el éxito en la vida y la felicidad de las personas que la capacidad intelectual. En pocas palabras, tener un CE elevado puede ser más importante para tener éxito en la vida que tener un CI elevado medido por una prueba estandarizada de inteligencia.
Ideas para estimular la inteligencia emocional
11 cualidades básicas
Padres: modelos de los hijos