Hasta hace algunos años, el pie plano se consideraba una enfermedad o deformación que inquietaba profundamente a los padres. Hoy se denomina pie plano a cualquier condición en la que el arco longitudinal del pie se encuentra anormalmente disminuido o ausente, lo que sería una alteración de su forma natural, que es tripodal, es decir, con tres apoyos principales, como una especie de cúpula.

Es fundamental diferenciar entre el pie plano rígido y el flexible. El primero es muy poco frecuente y su tratamiento es principalmente de tipo quirúrgico. En cambio, el pie plano flexible es bastante común. Por lo general, todos los niños hasta los 4 años tienen un pie plano flexible, lo que se llama pie plano fisiológico normal y que está dado por la hiperlaxitud ligamentosa propia de los niños o por un panículo adiposo existente en la parte donde debiera ir el arco longitudinal.

El doctor Federico Hunt, traumatólogo infantil de Clínica Alemana, explica en qué consiste el pie plano y los tratamientos con que se soluciona, los cuales cada vez incluyen menos las plantillas.

El arco se desarrolla durante la infancia, pero ¿hasta qué edad es normal que haya retraso y se presente pie plano?

Todos tenemos pie plano hasta los 4 años porque hay muchos cojinetes adiposos en la planta del pie. Éstos van desapareciendo mientras uno camina, y como a esta edad los niños se desplazan mucho más, disminuye. Entonces, uno no hace mucho con el pie plano antes de esa edad porque, en general, mejora solo.

¿Cómo puede darse cuenta una persona que su hijo tiene pie plano?

Primero por los antecedentes, porque se da en familias. Y segundo, viendo si camina un poco chueco, con los dos pies hacia fuera o hacia adentro o con las rodillas muy juntas. Pero, generalmente, el primero en notarlo es el pediatra, quien alrededor de los 3 años ya empieza a derivar al traumatólogo infantil.

¿Se relaciona con otras patologías?

Sí. La gente que tiene hiperlaxitud tiene mayor tendencia a tener pie plano y a juntar sus rodillas. No hay que olvidar que el pie plano es un pie flácido o hiperlaxo que, al caminar, deja una huella plana porque no tiene formado el arco.

¿Hay actividades o posiciones que tengan consecuencias negativas?

Sí, lo peor es tener sobrepeso y/o ser sedentario. También influye tomar posiciones viciosas como estar mucho tiempo acostado o sentarse sobre las rodillas.

Si el niño sigue con pie plano después de los 4 años, ¿qué medidas hay que tomar?

Si no se le ha pasado tiene que hacer algunos ejercicios específicos, evitar el sobrepeso, realizar actividad física y usar zapatos firmes en el colegio. Si utilizan zapatillas, tienen que ser blandas, cómodas y con sujeción en el talón, el que debe ser duro, no de lona. La mayoría se mejora con estas medidas básicas.

Cuando no es suficiente, ¿a qué se recurre?

Si no se ha mejorado o ha empeorado, hay que ayudarlo con órtesis, férulas o zapatos especiales. Las órtesis son las plantillas que tienen un pequeño realce en distintas partes. Ellas mejoran los ejes, por ejemplo, haciendo que en vez de caminar con el borde interno del pie lo haga de forma pareja. En general, con eso se soluciona, pero a veces hay que agregar un realce para ayudar a formar el arco longitudinal. Y también puede ser necesario poner «botoncitos» en el metatarso para ayudar a mejorar el arco. En la actualidad, cada vez se indica menos el uso de plantillas en niños, porque se ha visto que con el tiempo el pie plano se pasa solo.

¿En algunos casos se indican ejercicios o kinesioterapia?

Efectivamente, los ejercicios consisten en andar en punta de pie, en los talones y con los dedos doblados, caminando como los monos con el borde externo del pie. Aunque cuesta lograr constancia con los niños, se les recomienda que jueguen a tomar objetos pequeños con los dedos de los pies y que se sienten como “indio”, no sobre las rodillas. Por otro lado, a algunos se les hace bajar de peso, hacer natación, andar en bicicleta o a caballo, ya que fortalecen el equilibrio y obligan a andar con las rodillas separadas.

 

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