Los niños altamente sensibles tienen sistemas nerviosos que son muy conscientes y reaccionan rápidamente. Es un temperamento que se encuentra en aproximadamente el 15 a 20% de la población, según la doctora en psicología Elaine Aron, autora del libro
“The Highly Sensitive Child” y quien abordó por primera vez el tema en los años noventa.
Estos niños no necesariamente tienen un Trastorno del Procesamiento Sensorial. El término científico para esto es Sensibilidad de Procesamiento Sensorial, y difiere de lo primero en que esta baja tolerancia a la angustia es un rasgo o peculiaridad de la personalidad, y no una disfunción real de los sentidos.
En el día a día podemos encontrar información sobre personas altamente sensibles (PAS) y niños altamente sensibles (NAS), lo cual es lo mismo pues la sigla diferente solo apela a la edad.
El destacado pediatra español Álvaro Bilbao, autor del libro “El cerebro de los niños explicado a los padres”, menciona en su portal web algunas características distintivas de los niños altamente sensibles, que se muestran a continuación:
Desarrollan mucho sus sentidos
Su oído es muy fino, ya que se pueden despertar o sobresaltarse al mínimo ruido. Además, tienen un tacto muy desarrollado, pudiéndoles molestar hasta las costuras de los calcetines o de la ropa interior. Pero no solo eso, en todo su potencial y también de forma conjunta pueden utilizar sus cinco sentidos.
Viven intensamente sus emociones
Pueden expresar exponencialmente la alegría, la tristeza, las injusticias o el enfado con un hermano, como si no hubiese un término medio. Todo ello es porque perciben y sienten las emociones a esa escala, con esa gran intensidad. Por eso puede que les cueste manejar ciertas emociones.
Información recibida de forma muy intensa
Otro rasgo de los niños altamente sensibles es que analizan toda la información que reciben y no se les escapa ni el mínimo detalle; en gran medida, porque prestan mayor atención a detalles que para otros pasarían desapercibidos. Aunque por ello tienden a la hipersensibilidad táctica y no pueden mantener contacto físico por mucho tiempo o estar impasible en el mismo sitio.
Facilidad para la sobreestimulación
En cuanto a la información recogida del entorno les pueden molestar los ruidos fuertes, las luces brillantes o las aglomeraciones de personas.
Son muy inteligentes
Estos niños poseen una gran inteligencia emocional así como también cognitiva. Suelen caracterizarse por tener una gran intuición y capacidad de reflexión, y ser muy creativos y constantes. No obstante, pueden tender al perfeccionismo y con ello a la frustración.
El pediatra es enfático al señalar que la alta sensibilidad no es un trastorno mental, ni una enfermedad, sino que se trata de un rasgo de personalidad. Por ello, recomienda a los padres de estos niños no sobreproteger en exceso a su hijo. “Lo único que necesita de ti es que le trates con empatía y comprensión”, señala.
Más características
- Empatía: Estos niños suelen ser muy empáticos y captar fácilmente los sentimientos y emociones de los demás, incluso si no se expresan abiertamente.
- Tiempo a solas: A menudo necesitan tiempo a solas para recuperarse de las experiencias intensas o abrumadoras.
- Lo nuevo: Pueden sentirse dubitativos ante nuevas personas o experiencias, y les va mejor con grandes cambios si se introducen gradualmente.
- Flexibilidad: Tienen una necesidad más intensa de control y pueden ser más rígidos e inflexibles que las demás personas.
Por: Cristina González, editora.