Un buen ejemplo es lo que ocurre en Navidad o en los cumpleaños de los niños (o a veces ante ninguna celeebración): adquirimos infinidad de regalos y muchas veces no apreciamos que nuestros hijos realmente lo que necesitan es nuestra compañía y atención más que numerosos objetos por los que rápidamente pierden interés, eclipsando la emoción y diversión de estas fechas.
Modelo consumista
Los niños son muy buenos observadores del comportamiento de sus padres, ya que son sus modelos a seguir y poco a poco van asimilando el comportamiento de sus padres para imitarlos. Si los adultos compran todo lo que se anuncia en la televisión, los niños querrán hacer lo mismo.
Y es que los niños son bombardeados con mensajes publicitarios a los que responden exigiendo y deseando cada juguete que ven. Se convencen fácilmente y empiezan a asociar la felicidad con el consumo, ya que es lo que perciben de sus padres. Y los padres, creyendo que están dando lo mejor a sus hijos, se sienten obligados a regalar todo lo que pidan.
Pensamos que regalar es una muestra de amor y que cada paquetito supondrá una ilusión y deseo cumplido. Pero los niños con más regalos no necesariamente son quienes más se divierten. La clave de la diversión está en la interacción con otros: hermanos, amigos, padres y en la imaginación que se despliegue. Se puede estimular la fantasía con pocos o ningún objeto. Tal es el caso de las adivinanzas, los relatos, e incluso las tareas domésticas compartidas.
Consecuencias en los niños
Cuando los niños reciben muchos regalos pueden experimentar consecuencias negativas:
- Pueden tener dificultades para valorar lo que reciben. Al recibir todo lo que piden, nuestros hijos no son conscientes del esfuerzo que supone conseguirlo.
- Puede fomentar comportamientos insatisfactorios y falta de control sobre la frustración.
- Pueden surgir problemas al disfrutar de los regalos porque al recibir demasiados juguetes la atención se dividirá sin valorar cada regalo.
- La compra excesiva de juguetes puede poner de manifiesto que no conocemos bien a nuestro hijo y compramos muchas cosas en un intento de adivinar sus preferencias.
Afecto y cariño
Los padres tenemos que replantearnos si lo que los niños necesitan de nosotros son juguetes o más tiempo con ellos, y en ocasiones buscamos compensar con juguetes u objetos la falta de presencia y tiempo compartido de nuestros hijos, intentando a toda costa complacerles lo más rápido posible.
Pero lo que realmente necesitan los niños son muestras de cariño, recibir abrazos, besos, caricias y atenciones de sus padres. ¿De qué sirven los juguetes si no pueden estar con ellos? Ningún regalo puede compensar la situación familiar solitaria y vacía.
El niño que tiene más juguetes no es el niño más feliz. Es más dichoso el que disfruta del tiempo y el cariño con sus padres. Dedicar tiempo a jugar con los niños en casa es fundamental. Los niños pueden tener una habitación llena de juguetes, pero eso no será suficiente si no tienen con quién compartirlos. Al revés, con pocas cosas, mucho cariño y compañía de los padres e imaginación, se pueden pasar jornadas muy entretenidas y que dejan huella en el desarrollo infantil.
Algunas recomendaciones
- Eviten dejarse llevar por una competencia consumista comprando solo para que sus hijos tengan más que los hijos de otros.
- No utilicen a sus hijos para cumplir sus deseos de prestigio o reconocimiento.
- Recuerden que no podrán satisfacer con juguetes los deseos de compañía, cariño y dedicación de sus hijos. Por eso mismo, no uses los regalos como recompensa o incentivo.
- Cuando vayan a comprar, pueden regalar algo realmente necesario o que desean efectivamente sus hijos.
- Realicen más actividades en familia con juegos activos y creativos.
- Limiten el tiempo que pasan viendo televisión o actividades pasivas y sedentarias.
- Si la edad lo permite, involucren a sus hijos en la elaboración del presupuesto familiar, haciendo previsión de los ingresos y gastos de acuerdo con las necesidades reales de la familia y evitando otros gastos superfluos.
Fuente: Sociedad Chilena de Pediatría (Sochipe)