Infección urinaria: ¿por qué es peligrosa en el embarazo?

Es común que exista, al menos, un episodio de infección urinaria a lo largo de la vida de las mujeres y durante el embarazo también se hace presente debido a los cambios fisiológicos en la anatomía y función de los órganos urológicos de la mujer.

Lo anterior se explica debido a las características del sistema urinario inferior femenino. “La presencia de una uretra corta y de una vejiga a pocos centímetros de exterior favorece la colonización bacteriana y posterior desarrollo de cuadros infecciosos urinarios, más aún durante el embarazo”, explica el urólogo de Clínica Vespucio, Dr. Felipe Águila.

Riesgos para la guagua

La infección urinaria durante el embarazo no perjudica al feto y puede ser abordada sin ningún problema con antibióticos, pero de no realizar un tratamiento a tiempo la afección podría agravarse, provocando en casos extremos:

• Parto prematuro
• Disminución del crecimiento intrauterino
• Bajo peso al nacer
• Aborto espontáneo
• Pielonefritis aguda (implica un compromiso del tejido renal)
• Sepsis urinaria
• Compromiso de la hemodinámica fetal

En el caso de las infecciones asociadas a fenómenos obstructivos como los cálculos renales se puede requerir de intervenciones quirúrgicas durante el embarazo, lo que también implica riesgos.

Cómo prevenir esta condición

El doctor Águila indica que la infección urinaria se debe enfrentar desde la prevención. Por eso, recomienda mantener una buena hidratación que permita una producción urinaria óptima, con un vaciado frecuente de la vejiga.

Asimismo, sugiere no aguantar las ganas de orinar ni diferir por largos periodos la micción, ya que esto aumenta la presión intravesical, con riesgo de desarrollar una infección renal. Además, se debe evitar la constipación (tránsito intestinal poco frecuente), porque su presencia eleva el riesgo de proliferación bacteriana.

Para tener en cuenta

• No automedicarte: El embarazo es un periodo complejo, donde el uso de fármacos debe ser siempre supervisado por especialistas.
• Sigue el tratamiento médico: La mayoría de las infecciones serán de carácter leve y, probablemente, requerirán tratamiento antibiótico oral, asociado a los analgésicos.
• Sospecha de infección urinaria: Si sospechas estar cursando este tipo de afección, es muy importante consultar con una matrona, obstetra o urólogo, ya que en caso de una complicación puede requerirse hospitalización, monitoreo materno y fetal continuo, asociado a tratamiento antibiótico endovenoso o, incluso, existe la posibilidad de realizar una cirugía.
• Consulta a un médico: Si tienes fiebre o escalofríos debes consultar en un servicio de urgencia. Si el cuadro de infección urinaria está en tratamiento y no responde en 48 horas, es mejor volver a consultar a un especialista.

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