La anestesia es probablemente uno de los mayores temores de la mujer que se enfrenta a un parto. Lo cierto es que —si bien el riesgo cero no existe— una anestesia bien hecha y aplicada por especialistas es segura.

Actualmente más del 95% de las mujeres que se atienden en el sistema privado de salud reciben anestesia durante su parto. Una cifra que en el caso de la salud pública oscila entre un 30 a 50%, a pesar de que está considerada como garantía explícita en el Plan AUGE.

La analgesia más efectiva en el trabajo de parto es la regional, con las técnicas epidural y  combinada (epidural más espinal) como las de mayor utilización.

La anestesia epidural consiste en la aplicación de una solución anestésica en el espacio epidural. Esta bloquea las terminaciones nerviosas en su salida de la médula espinal. En tanto, en la anestesia combinada se punciona la dura-aracnoides (membrana delgada e impermeable que recubre totalmente la médula espinal) y se deposita el anestésico directamente en el líquido cefalorraquídeo. “Se llama combinada porque al entrar al espacio epidural se pone un catéter y desde ahí se puede depositar más anestesia, por lo que comienza como una raquídea o espinal y finaliza como una analgesia epidural”, explica el Dr. Héctor Lacassie, miembro de la Sociedad de Anestesiología de Chile (SACh) y experto en anestesia obstétrica.

A continuación, el médico aclara diversos mitos existentes sobre este tema.

¿La anestesia detiene las contracciones y, en consecuencia, alarga el trabajo de parto?

No detiene las contracciones, por lo tanto tampoco alarga el parto.

¿Puedo quedar parapléjica?

Existen muy pocas probabilidades que ello ocurra, sólo 1 en 300.000. “Tendría que producirse una ruptura de un vaso en el espacio epidural y un hematoma en esa zona, lo cual produce dolor y bloqueo de la sensibilidad y la capacidad motora. Si así y todo ocurriera, un buen especialista sabe como actuar y evitar consecuencias catastróficas. En estos casos, la indicación es que el médico vacíe el hematoma, en menos de 6 horas. Con ello la paciente se recupera en un 100%”, señala enfático el Dr. Héctor Lacassie.

¿Dejo de sentir mi parto?

La anestesia está indicada para que la paciente no sienta dolor, pero eso no implica que no sienta su parto.

¿La anestesia es sinónimo de inmovilidad?

En la etapa inicial del trabajo de parto, se aplica la anestesia en dosis bajas en pacientes que están con dolor significativo , pero que aún con poca dilatación. De esta manera, la paciente puede deambular, ya que la anestesia neuroaxial no es sinónimo de inmovilidad.

¿El hecho de que pueda caminar durante el trabajo de parto, significa que el bebé puede nacer más rápido?

No, el hecho de poder caminar no influye en este aspecto, solo en otorgar mayor confort y satisfacción materna.

¿La anestesia le puede hacer daño al bebé?

Todo lo contrario, es el dolor de la madre lo que puede hacerle mal al feto, porque el dolor libera una hormona que favorece el alza de presión en la madre lo que produce vasoconstricción. Ello disminuye el normal flujo sanguíneo uteroplacentario que mantiene las funciones vitales del feto. El alivio del dolor y estrés maternos que provee la analgesia mejora las condiciones del feto durante el parto.

¿Cuándo se debe aplicar la analgesia?

La evidencia científica actual ha demostrado que la sola presencia de dolor significativo para la madre es indicativa de analgesia. No se debe esperar a una cifra en centímetros de dilatación ni a un mayor avance del trabajo de parto para realizarla.

¿La anestesia epidural produce dolor de espalda?

No existe diferencia entre quienes recibieron anestesia en relación a quienes no se la administraron. El dolor de espalda que puede llegar a sentir una mujer después del parto se asocia al efecto del tamaño y peso del abdomen sobre la espalda de la mujer.