Por primera vez en Chile, la Clínica IVI Santiago llevó a cabo un seguimiento de los casos de Fertilización In Vitro (FIV) que realizaron adicionalmente Diagnóstico Genético Preimplantacional (DGP) a los embriones, es decir, antes de ser transferidos al útero materno.

Este estudio consideró todos los procedimientos realizados entre el año 2013 y 2016. Las principales conclusiones fueron que aumenta la tasa de embarazo y se produce un progresivo aumento del número de embriones con dotación cromosómica anormal conforme aumenta la edad de la mujer, siendo un 34% en mujeres menores de 35 años y un 74% en mujeres mayores de 40 años.

Según datos reportados por el Registro Latinoamericano de Reproducción Asistida en el año 2013, la tasa de gestación clínica en tratamientos de fecundación in vitro con óvulos propios para todas las edades fue el 37,6%. Por otra parte, de acuerdo a datos de IVI Santiago, en 2013 la tasa de gestación clínica sin el uso del Diagnóstico Genético Preimplantacional fue de 54.6%, mientras que en pacientes que realizaron el DGP se logró una tasa del 67%, teniendo estas últimas un promedio de edad mayor.

Entre 2013 y 2016, en la Clínica IVI Santiago un total de 420 ciclos de tratamientos de reproducción asistida realizaron Diagnóstico Genético Preimplantacional representando un 5% del total de ciclos de FIV en el año  2013 a un 60% de los ciclos en 2017.

Tasa de éxito

El DGP es un gran avance en el campo de la Fertilización In Vitro y es muy utilizado en los laboratorios de Reproducción Asistida a lo largo del mundo. Permite aumentar las tasas de éxito de nacimiento de bebés sanos, incluso transfiriendo un solo embrión al útero. “Previo a la implementación de esta técnica, en la Clínica IVI Santiago la media de embriones transferidos en tratamientos con óvulos propios era de 1,77. A la fecha hemos reducido la media de embriones a 1,20.

Estos resultados reflejan el trabajo que se viene realizando en la clínica, donde se han introducido técnicas de Reproducción Asistida que nos ayudan a contribuir de una forma cada vez más eficiente con el sueño de tantas personas que anhelan construir familia. Hemos aumentado la tasa de nacimientos de hijos sanos, disminuyendo al mismo tiempo el número de embriones, transferidos a la madre, para lograr el embarazo. Buscamos eliminar al máximo posible el riesgo de embarazo múltiple asociado a la Reproducción Asistida”, explica el doctor Carlos Troncoso, director de IVI Santiago.

“Dado que actualmente, las mujeres deciden tardíamente ser madres y se observa que la cantidad de embriones euploides (con juego completo de cromosomas) obtenidos disminuye conforme la edad materna aumenta, pacientes con edad materna avanzada pueden verse beneficiadas al tener más posibilidades de embarazarse de embriones sanos”, concluye.

En qué consiste

El DGP consiste en la identificación de embriones génica y/o cromosómicamente normales antes de su transferencia al útero. Involucra 3 tipos de procedimientos:

  • Uno en el cual se estudian alteraciones de un solo gen en los embriones de parejas portadoras de enfermedades monogénicas.
  • Otro en el cual se estudian alteraciones estructurales de algún cromosoma en los embriones de pacientes portadores de ellas.
  • El Cribado Genético Preimplantacional o PGS, en el que se estudia la presencia de anomalías en la dotación total de cromosomas en embriones de pacientes con un riesgo teórico aumentado de alteraciones cromosómicas en sus embriones.

De acuerdo con lo anterior, el objetivo del estudio de enfermedades monogénicas o de las alteraciones estructurales de algún cromosoma es evitar la transmisión de alteraciones genéticas de pacientes portadores a la descendencia.

Por otra parte, el PGS  es un screening y busca aumentar la probabilidad de embarazo y/o disminuir la probabilidad de aborto en las pacientes sometidas a este tratamiento, ya que la mayoría de las alteraciones en la dotación cromosómica embrionaria no son compatibles con la vida”, explica Marcela Calonge, directora del Laboratorio de IVI Santiago.

¿Cuándo está indicado?

El DGP está recomendado para aquellas parejas que posean antecedentes de enfermedades monogénicas y las alteraciones cromosómicas estructurales. Asimismo, el PGS  está indicado en casos de edad femenina avanzada, abortos previos, fallo repetitivo de implantación en ciclos previos de Reproducción Asistida y factor masculino severo de infertilidad.