La pérdida de un familiar, un accidente automovilístico, vivir un robo, ataque u otro hecho de violencia. Todos son ejemplos de eventos impactantes ante los cuales el organismo reacciona para protegerse. Por ello, es común presentar síntomas de miedo, estrés o angustia, que después de un tiempo deberían desaparecer para que el paciente se pueda reintegrar a su rutina. Cuando persisten, la psicóloga de Clínica Vespucio, Rommy Cruz, explica cómo identificar un caso de trastorno de estrés postraumático (TEPT) y advierte cuándo es necesario consultar con un especialista.
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