Infecciones por hongos en la piel ¿qué hacer?
Los hongos son organismos vivos que se encuentran en el medio ambiente. En el humano pueden causar infecciones superficiales (las más frecuentes), subcutáneas y profundas.
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Existen dos grandes grupos de infecciones superficiales de hongos: las causadas por dermatofitos y las causadas por levaduras. En esta ocasión nos referiremos al primer tipo. La infección cutánea causada por dermatofitos se denomina dermatofitosis o tiña o tinea, términos que son sinónimos. Estos hongos infectan estructuras queratinizadas de la piel como estrato córneo, pelo y uñas. Los tres géneros más importantes son Microsporum, Tricophyton y Epidermophyton. Como parte de este grupo se encuentran: También conocida como pie de atleta, es más común en los adultos de sexo masculino. Se favorece por situaciones de humedad como hiperhidrosis, uso de calzado oclusivo, mal secado de los pies y contacto directo con superficies húmedas contaminadas (duchas públicas, camarines, etc.). Se estima que el 10% de la población padece tiña de los pies en algún momento de su vida. Se manifiesta con eritema, descamación y maceración entre los ortejos (dedos de los pies) en especial entre 3, 4, y 5 espacio y también en la zona plantar. En ocasiones se puede ver, además, engrosamiento de la zona plantar y lateral de los pies. El tratamiento es uso de antimicóticos tópicos 2 veces al día por al menos 14 días. Si es muy extenso puede agregarse terapia sistémica. Se observa más en las épocas calurosas del año, en hombres jóvenes, deportistas y obesos. Muchas veces se manifiesta junto con tiña pedis. Se presenta como placas eritemato-descamativas, únicas o múltiples, que pican. Afectan la superficie interna de los muslos y pliegue inguinal. Habitualmente son asimétricas, con centro sano y borde eritematoso, circinado (como anillo o espiral) y levemente solevantado. El tratamiento se basa en antimicóticos tópicos 2 veces al día por 14 días, además de tratamiento de la tiñea pedis en forma simultánea en caso de que estén asociados. En casos muy extensos se puede agregar terapia sistémica. Es muy infrecuente en niños y afecta las uñas de los pies en el 80% de los casos. Los ortejos más afectados son el primero y el quinto. Se asocia a tiña de manos o pies. Son difíciles de tratar y constituyen una fuente endógena de reinfección por hongos. El diagnóstico es clínico y en ocasiones requiere de cultivos o directos al fresco de hongos para confirmarlo y definir el agente causal. Se puede confundir con psoriasis, queratodermias, liquen ruber, distrofias ungueales, entre otros. El tratamiento siempre requiere de medicamentos sistémicos por períodos prolongados. Pueden producirse interacciones con otros medicamentos y alteraciones hepáticas. Por ello siempre debe ser indicado por un médico y muchas veces se solicitan exámenes antes y durante el tratamiento. Los tratamientos tópicos en crema o gotas no tienen utilidad. Para casos muy leves o superficiales pueden usarse lacas ungueales de antimicóticos por períodos prolongados. La terapia con láser tiene utilidad principalmente en los casos de onicomicosis blanca superficial. El tratamiento de la infección por hongos es importante no solamente para eliminar los síntomas y la apariencia de la piel o las uñas afectadas, sino principalmente porque son puerta de entrada para infecciones bacterianas agudas secundarias. Por: Dra. Carla Muñoz, dermatóloga. @dra.carlamunoz_dermatologa [irp posts=»14060″ name=»Mi hijo tiene verrugas ¿qué hago?»]
La forma de contagio es por contacto directo o indirecto (contacto con ropa, zapatos, etc.) en pacientes con factores predisponentes como inmunosupresión o alteración de la barrera cutánea.
Tiñas
Más frecuentes
Tiña pedis:
Tiña cruris:
Onicomicosis:
Más allá de los síntomas