Cuando nos hacemos una herida de inmediato la fantástica maquinaria celular se pone a trabajar en la cicatrización, que es un proceso de reparación complejo que lleva a regeneración del epitelio y reemplazo de la dermis por un tejido fibroso de células colágenas diferentes a las originales. Es decir, como son células distintas a las originales nunca quedará igual.

¿De qué depende la cicatrización?

Existen factores sistémicos, tales como:

  • Edad
  • Nutrición
  • Enfermedades metabólicas
  • Inmunosupresión
  • Trastornos del tejido conectivo
  • Tabaquismo
  • Alcoholismo
  • Uso de medicamentos

También existen factores locales, tales como:

  • Mecanismos de la lesión
  • Sitio anatómico afectado
  • Orientación de la cicatriz
  • Infección
  • Edema
  • Isquemia o necrosis del tejido
  • Agentes tópicos
  • Radiaciones
  • Baja concentración de oxígeno
  • Presencia de cuerpos extraños

¿Mala cicatrización?

El queloide es una agrupación irregular, solevantada, dura y gruesa de tejido cicatrizal que se forma en la zona de una herida en la piel, y que abarca más allá de los bordes de la herida.

Una cicatriz hipertrófica es similar al queloide, pero su crecimiento  no va más allá de los bordes de la herida. Dentro de las causas están:

  • Incisiones quirúrgicas
  • Heridas traumáticas
  • Sitios de vacunas
  • Quemaduras
  • Varicela
  • Acné
  • Heridas menores (ej. pellizcarse una espinillas

Algunas complicaciones de la mala cicatrización son:

  • Problemas sicológicos si es grande, desfigurante o expuesto
  • Recurrencia
  • Incomodidad
  • Sensibilidad
  • Irritación
  • Limitación funcional
  • Gruesa y elevada
  • Hiperpigmentación

Tratamientos

No es simple tratar un queloide ya que puede haber recurrencia post tratamiento. Lo ideal es realizar tratamientos mixtos. Se pueden utilizar:

  • Inyecciones intralesionales
  • Crioterapia
  • Presión día y noche por 4 a 6 meses
  • Silicona en barra, gel, láminas
  • Cirugía
  • Láser

Fuente: Benedicto Villagrán, dermatólogo Clínica Orlandi.