Paulina Campos, enfermera y asesora de lactancia (
@blactancia), se refiere a algunos factores que pueden estar causando dicha inquietud.
Mala postura
Al amamantar debemos siempre observar la postura nuestra y la del bebé. Cuando este se acopla de forma inadecuada o desalineada su agarre es más superficial, por lo que tiene que hacer más esfuerzo para conseguir la leche. Pelea con el pecho porque no consigue sacar la leche que requiere para saciarse. Cuando sucede esto es probable que la mamá sienta dolor. Lo correcto es que el bebé esté alineado (oreja-hombro-cadera) consigo mismo y con el cuerpo de la mamá (su nariz frente al pezón).
Gases molestos
Al mamar en una postura incorrecta con agarre superficial o al tener una succión muy inmadura, el bebé extrae la leche más rica en lactosa, sobresaturándose con ella. La lactosa fermenta en el intestino del bebé provocándole muchos gases. Y por la inmadurez propia de su sistema digestivo le cuesta eliminarlos.
La limitación de las tomas en cada pecho también provoca que el lactante ingiera un exceso de lactosa. Una buena idea es dejar que el bebé mame bien de un pecho, se suelte espontáneamente y luego ofrecerle el segundo pecho. De ese modo extrae primero toda la grasita de la leche para terminar con una toma más aguada. Conviene comprimir la mama mientras el bebé succiona para que llegue a la leche con más grasa.
Eyección retrasada o inhibida
Otra razón por la que el bebé pude estar inquieto al pecho se debe a un reflejo de eyección retrasado o inhibido. La falta de confianza y el dolor durante la lactancia pueden provocan inhibición de la oxitocina, hormona responsable de la expulsión de la leche.
Este problema se ve influido por el entorno y las emociones. Veamos el porqué: cuando nuestro nivel de estrés se eleva también se eleva el cortisol, y esta hormona inhibe en parte la acción de la oxitocina, por lo que puede provocar una salida más lenta de la leche. Lo bueno es que una vez que la oxitocina se estabiliza, la leche vuelve a fluir.
Para superar este problema puedes probar algunas técnicas de relajación, masaje de estimulación en el pecho, aplicar calor antes de cada toma y extraer un poco de leche con extractor. También puedes masajear el otro pecho mientras el bebé mama del otro para que eyecte antes.
Eyección intensa
Algunas mujeres tienen fuertes descargas de oxitocina cuando el bebé estimula el pecho. Esto ocasiona una salida exagerada e intensa de leche que puede atragantar al bebé al no poder controlar el flujo. Esto puede incomodarlo.
Extraer leche materna antes de la toma resulta muy efectivo en estos casos. También podemos hacer una pinza por sobre la areola para disminuir el flujo de salida de la leche.
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