La displasia de caderas se refiere a una alteración del desarrollo de la cadera que produce un defecto en el contacto de los huesos que la forman. En otras palabras, la cabeza del fémur y la cavidad de la pelvis (cotilo) no se
desarrollan correctamente generando una incongruencia y/o un desplazamiento anormal.
El Dr. Claudio Cisterna, pediatra de Clínica Ciudad del Mar, entrega algunos datos importantes que pueden servir para orientar o tranquilizar a los padres.
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Causa
La causa exacta de la displasia de cadera se desconoce. Sin embargo, se han postulado factores de riesgo para portar esta dolencia. Destacan los factores hereditarios, ya que hay familias con más incidencia de esta patología. El sexo femenino también es un factor ampliamente estudiado y se sabe que tiene mayor incidencia que en el sexo masculino. Por otra parte, el embarazo podálico (de nalgas o de pie) también incrementa la posibilidad de desarrollar esta enfermedad.
Detección
La detección de la displasia durante los 3 primeros meses de vida, ya sea mediante radiografía o ecografía, permite hacer un diagnóstico precoz e iniciar un tratamiento que permita evitar consecuencias invalidantes a futuro.
Correas
Una vez hecho el diagnóstico el tratamiento es ortopédico, a través del uso de correas que ayudan a corregir la patología.
Cirugía
Si el diagnóstico es tardío o las correas fracasan, luego del año se dispone de cirugía para tratarla.
Consecuencias
El no tratar a un niño deja severas secuelas funcionales: cojera, artrosis de cadera y hasta la necesidad de una reposición de la cadera por una prótesis en la edad adulta. Si esta patología no se corrige en forma adecuada, causará discapacidad física importante en la adultez.
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