¿Por qué lloran los bebés?
La mayoría de los padres suelen sentirse inquietos ante un ataque de llanto de sus bebés, sobre todo si son padres primerizos. Pero casi siempre el llanto tiene una buena explicación y se les puede dar consuelo siguiendo algunas técnicas.
Tengo hambre:
Algunos pequeños se desesperan cuando sienten hambre. Si tras amamantarlo sospechas que un alimento o bebida lo pone quisquilloso, evita ese alimento y comprueba si hay cambio.
Quiero succionar algo:
La succión es un reflejo natural. Si tu bebé no tiene hambre, prueba ofrecerle un chupete o ayúdalo a encontrarse el dedo o el pulgar.
Estoy solo:
A veces, solo verte, escuchar tu voz o recibir un abrazo puede detener sus lágrimas.
Estoy cansado:
Cuando están cansados los bebés suelen ponerse quisquillosos, por lo que puede necesitar dormir más de lo que piensas.
Estoy húmedo:
Para algunos bebés, un pañal mojado o sucio es un desencadenante infalible del llanto.
Quiero moverme:
Algunas veces, mecer al bebé o darle un paseo por la casa puede calmarlo. Otras veces, con cambiarlo de posición basta.
Fuente: Clínica Mayo.