Llegó marzo y el inicio de clases es una realidad. El emocionante primer día de clases de muchos estudiantes puede ser causa de estrés y malos ratos para aquellos que parten en un nuevo colegio. Como padres, podemos acompañar a nuestros hijos en esta etapa para que logren verla como algo positivo en sus vidas.

La Dra. Ana María Viada, pediatra de Vidaintegra, y Paulina Pérez, psicóloga de Vidaintegra, cuentan cómo hacerlo.

Tome nota

  • Si tiene uniforme, que tu hijo o hija lo lleve completo desde el primer día.
  • Apenas llegue del colegio pregúntale cómo le fue.
  • Que cuente con todos sus útiles marcados y forrados desde el comienzo de las clases.
  • Que conozca el horario y llegué puntual sobre todo los primeros días.
  • Que haya tenido una pequeña conversación previa con el profesor o profesora jefe.
  • Que conozca el funcionamiento del colegio cuanto antes.
  • Que se inscriba en alguna actividad extraescolar para hacerse nuevos amigos.
  • No centrarse tanto en el rendimiento.
  • Conoce a los padres del curso, ya sea en reuniones, cumpleaños o actividades del colegio.

Caso a caso

La Dra. Ana María Viada señala que “todo cambio en un niño significa una situación de relativo estrés y le va a influir más o menos según la manera en que se aborde. También depende de las razones. No es lo mismo si la familia completa se traslada a otra ciudad o país, que si a los padres no le gustó el colegio anterior, pero al niño sí, o si sufrió bullying”.

Y agrega: “Cuando el niño o niña se va porque no se siente contento va a estar mucho más preparado para adaptarse a otro establecimiento que si lo hizo por decisión de los padres. Como norma general, la idea es que lo conozca previamente. Ojalá pueda conversar con algunos alumnos que van a ser sus compañeros, sobre todo cuando ya son más grandes. Si son pequeños es bueno llevarlos para que recorran las instalaciones y conversen con los profesores antes de que comience el periodo escolar”.

La psicóloga Paulina Pérez concuerda con que es importante “empezar antes la familiarización. Podemos hablarles del colegio, mostrarles fotos y, mejor aún, ir al lugar, así pueden tomarlo como algo positivo. Pero no debemos conversarles del tema todo el día, sino solo en momentos de tranquilidad. Además es importante acompañarlos los primeros días y semanas. El proceso de adaptación puede tomar hasta dos meses”.

¡Es normal que esté nervioso!

Paulina es enfática al señalar que los nervios son normales. “Frente a escenarios nuevos es común que los niños sientan angustia o miedo, les duela la guatita e incluso que no quieran ir. Los papás deben mostrarse comprensivos, no anular ni minimizar los sentimientos de sus hijos”, indica.

Los menores normalmente se adaptan rápido a los cambios, pero requieren un periodo de adaptación cariñoso, en el que los padres se involucren y se interesen por conocer sus sentimientos y percepciones sobre el nuevo colegio, los compañeros y profesores. “Si después de dos meses siguen los nervios, o no quieren ir al colegio, puede ser un buen momento para consultar con un psicólogo infantil para apoyar el proceso”, señala la profesional.

La Dra. Viada agrega que el proceso de acompañamiento se inicia con la elección del colegio. “Si bien los padres son los que deciden, cuando son más grandes y hay opciones, es bueno escuchar su opinión y considerarla”.

A su juicio, “no debiera haber frustración si esta etapa se aborda bien. Es importante mostrarles el lado positivo, por ejemplo, que tendrán nuevos amigos sin perder a los anteriores. Si no están de acuerdo, los padres deben preocuparse de acompañarlos y explicarles con claridad las razones del cambio, porque los niños entienden”.