Actividades con niños: ¿qué es el kamishibai?
“Hace muchos años, una bibliotecaria de Nueva York que había viajado a Japón me habló de una especie de teatrito, el kamishibai. Era una antigua tradición de vendedores ambulantes que hacían funciones en las plazas y mercados. La tradición se había perdido, pero las bibliotecarias japonesas la rescataron y la estaban usando con mucho éxito».
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Inspirado en la tradición japonesa, el kamishibai consiste en una sencilla manera de narrar historias usando una estructura de madera en forma de teatrito donde se presenta una secuencia de láminas ilustradas. La estructura se abre como un escenario de teatro y tiene una ranura interior que sirve para deslizar las láminas, siempre impresas a todo color. En el reverso de la lámina final se puede leer el texto de los cuentos. “Nosotros hicimos una variación importante. En el kamishibai original, el contador va sacando y volviendo a colocar las láminas en el teatrito, lo que resulta complicado si no se ha practicado mucho. También el contador tiene un rol destacado: se coloca a veces al lado del teatrito y se dirige de frente a la audiencia, interpelándolos y haciendo una narración personal del cuento. Nosotros queríamos que fuera un modo sencillo de contar, que cualquiera pudiera hacerlo. Entonces, decidimos poner el texto completo en el reverso de la última lámina. El narrador puede estar sentado, detrás del teatrito, sin exposición al público (esto ayuda sobre todo a los que tienen miedo escénico) y con el texto en frente que puede ir leyendo a medida que pasa las láminas”, explica la editora. No cualquier historia se adapta bien al teatrito. Verónica Uribe explica que con “la experiencia de hacerlas y de ver a muchos narradores usando el kamishibai con diferentes tipos de cuentos, ya se adivina cuál historia puede funcionar bien. Los cuentos tradicionales, con su sabiduría narrativa, son los más populares: las rimas en medio de la narración, las canciones y las onomatopeyas ayudan a darle vida al relato”. El kamishibai se ha transformado en una herramienta de promoción de la lectura que cada vez está más presente en colegios, bibliotecas y hogares de todo Chile, pues contribuye al desarrollo del lenguaje en niños y niñas de 0 a 10 años y los invita a iniciarse en el placer de la lectura. Ellos pueden actuar como oyentes o narradores, por lo que se practica la lectura en voz alta. El escritor, investigador y académico Manuel Peña es un reconocido narrador y promotor del kamishibai. A continuación, se muestran 6 consejos del experto compartidos por Ediciones Ekaré Sur. 1- Preparar muy bien la lectura del texto con sus diferentes inflexiones de voz, pausas y silencios. Leer los diálogos en forma natural, no fingir las voces cuando hablan los personajes; no es una función de títeres, sino la lectura expresiva de un cuento. 2- El cuento es el protagonista, no el narrador que debe narrar (no actuar). En ocasiones hay actores o actrices que teatralizan el cuento con su cuerpo y gestualidad, sin dar el valor a la narración y a las imágenes que son los elementos que deben predominar. 3- Ojalá el narrador se oculte detrás del teatro o esté narrando junto al teatro con un vestuario apropiado, ojalá neutro o con algún elemento distintivo. Es un narrador, no un personaje. 4- Cuidar la puesta en escena. Seamos cuidadosos y respetuosos con el público, es una presentación artística que requiere de un cierto ritual. En lo posible, usar un mantel para vestir la mesa, lo que tiene un sentido estético pero también práctico, pues evita que el teatrito se mueva. También pueden usarse luces o velas. 5- Descubrir las posibilidades de sonido de cada cuento e incorporar a la lectura música apropiada, instrumentos musicales o canto. Añadir sonidos: campanillas, cajitas de música, calimbas, truenos u otros instrumentos de percusión de sonidos suaves. 6- Dialogar con el público entre cuento y cuento. No tiene valor contar cinco cuentos seguidos pues se pierde el efecto. Conviene, entre una historia y otra, comentar el cuento, decir un breve poema, una adivinanza, un trabalenguas, conversar o mostrar elementos relacionados con la historia que se leyó. Tres cuentos bien narrados con segmentos literarios entre medio constituyen una función. [irp posts=»6863″ name=»Ideas para estimular el lenguaje en los niños»]
Así recuerda Verónica Uribe, editora y fundadora de Ediciones Ekaré Sur, el inicio de su inquietud por el kamishibai, que luego se tradujo en el proyecto del Pequeño Teatro de Papel y su colección de cuentos en formato de láminas.
Descubriendo el kamishibai
Consejos para la lectura