En la época estival es importante que los padres no se estresen pensando qué actividades hacer para que el pequeño se divierta en todo momento. Tampoco se trata de colapsar al niño con salidas permanentes a museos, zoológicos, parques u otros lugares. Debemos considerar el aburrimiento como un invitación a que el pequeño cree, descubra e invente; el aburrimiento invita a desarrollar otros aprendizajes haciendo uso de su imaginación y creatividad.

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