La separación de los padres es una situación que puede afectar a los hijos de distintas maneras. Los expertos recomiendan dar la noticia de la ruptura de la pareja, si es posible, a todos los hermanos a la vez, adaptándolo al grado de comprensión del más pequeño. Aun así, después habrá que ir favoreciendo momentos exclusivos para cada uno, en los que poder hablar de una manera acorde a su edad y grado de madurez.
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Muchos hijos albergan la esperanza de que sus progenitores vuelvan a estar unidos, cuando en la mayoría de los casos no es así. Con delicadeza, se les explicará que la ruptura es irreversible, y que es la mejor solución para todos.
Niños preescolares (menores de 5 años)
- En este período no conviene alargarse en las explicaciones, han de ser claras y sencillas.
- Necesitan informaciones concretas, como saber qué progenitor será el que cambie de domicilio.
- Respecto a este nuevo hogar, es bueno que lo vaya conociendo desde el principio y lo vaya haciendo “suyo”, pudiendo contribuir a la colocación de sus objetos personales allí.
- Hay que tener en cuenta que no tienen una concepción clara del tiempo, por lo que es mejor no detallar al principio los días que estarán con cada uno, ya que pueden sentirse confundidos.
- Es importante tener paciencia para responder todas las preguntas que les pueden surgir, siendo sinceros, pero adaptando las respuestas a su grado de madurez.
Niños escolares
- Estos niños necesitan tiempo para llegar a aceptar la situación de separación, por lo que los padres han de ser pacientes y procurar no enfrentarse con sus hijos si adoptan posturas desafiantes.
- Si perciben mucha tristeza en ellos, porque se sientan culpables de la situación, hay que liberarles de esta culpa, dejándoles claro que ellos no son la causa de la ruptura, y evitar que la focalicen en uno de los miembros de la pareja o incluso en otro familiar.
- Necesitan saber cómo va a afectar este cambio en su rutina diaria y en los acontecimientos de su vida que para ellos son muy importantes, como los cumpleaños, eventos del colegio, vacaciones, etc.
- Se les irá explicando con paciencia y de manera concreta, procurando que se haya consensuado todo entre ambos progenitores, asegurándoles que intentarán que sigan con sus actividades habituales en la medida de lo posible. Y que ambos van a seguir ocupándose y preocupándose por ellos cada día.
- Para los niños de esta edad son muy significativas las relaciones con otros miembros de la familia, sobre todo los abuelos, por lo que conviene favorecer que puedan ser para ellos el apoyo que necesitan en los momentos más difíciles.
Adolescentes
- En esta etapa de cambios, como suelen dar mucha importancia a su grupo de iguales, hay que tener en cuenta que pueden aparentar que los problemas de sus progenitores no les afectan tanto, cuando en realidad les causa un gran impacto emocional.
- Quizás busquen apoyo en otro adulto que en ese momento consideren su referencia, como un profesor, familiar u otro referente, y prefieran hablar antes con ellos que con su padre o madre.
- Hay que respetar sus tiempos y su ritmo de adaptación, mostrando siempre disponibilidad para hablar con ellos cuando lo necesiten.
- Es importante que los progenitores demuestren su cariño e interés por ellos, aunque muchos aparentemente lo rechacen.
- Hay que estar atentos a si aparecen indicios de comportamientos arriesgados o síntomas depresivos frente a la separación.
Fuente: En Familia, Asociación Española de Pediatría
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