A medida que los hijos crecen se va manifestando una serie de cambios relacionados no solo con su desarrollo físico, sino también con su desarrollo psicoemocional.
Leer artículo completoComo una forma de guiar a los padres, a continuación se muestran algunos puntos de referencia que son flexibles y variables, pues el desarrollo de cada niño o niña es un proceso único y particular.
En este sentido, el cómo contener las necesidades que pueda manifestar cada uno debería responder a las formas singulares de ser y estar en el mundo de cada niño o niña, considerar cómo siente, piensa y se relaciona con el entorno y con otros.
6 a 10 años
- En el rango etario entre 6 y 10 años, y específicamente respecto del desarrollo psicoemocional, podría observarse que en los niños y niñas comienza a aparecer cierta serenidad, junto con impulsos a abrirse con disfrute a nuevas experiencias.
- Asimismo, el autocontrol sobre los procesos psicoemocionales continúa su desarrollo, evidenciándose aún la necesidad de compañía de algún adulto, pues la exploración más libre pudiera generar temores que requieren de contención oportuna, cercana y amorosa.
- Madres, padres y cuidadores podrían verse enfrentados a la idealización de sus figuras por parte de niños y niñas, pues ellos los percibirán como perfectos, infalibles, sabios e inmortales.
- Las manifestaciones de estrés y ansiedad de los niños podrían darse de manera interna y no necesariamente expresarse a través de conductas visibles, como en etapas previas. Por lo que se requerirá de una mirada especial por parte del adulto cuidador para identificar qué ocurre con ese niño o niña y definir cómo contenerlo.
10 a 12 años
- Aquí se iniciaría un proceso que invita a niños y niñas a dejar la niñez para adentrarse en la pubertad. Este proceso podría ser vivido de manera similar a un duelo y se caracteriza por importantes cambios hormonales y físicos, y aspectos psicoemocionales específicos.
- Si bien es cierto que en esta etapa podría observarse un desarrollo más autónomo de la reflexión, instalándose las bases para el autoconocimiento, será un reto para los adultos comprender un posible incremento de la ansiedad basal en niños y niñas.
- Esto requerirá de atención y cuidado, ya que la potencial vulnerabilidad, propia de esta etapa del desarrollo, podría generar cuadros ansiosos y compromisos del ánimo, los que podrían ser evadidos por el niño o niña, a través, por ejemplo, de la comida, internet y/o juegos de video, u otras conductas.
- Algunos niños y niñas podrían experimentar distracción, baja capacidad de concentración y un vuelco a valorar las relaciones con pares. Esto podría complicar a algunos adultos, quienes podrían percibir, además, desgano y melancolía y notar, en algunos casos, cómo los niños y niñas se vuelven más silenciosos y ensoñadores.
- Al igual que en etapas anteriores del desarrollo se requerirá de la presencia y compañía amorosa y cuidadora de los adultos del entorno inmediato del niño o niña.
Vivencias propias
Es importante señalar que el estilo y la forma en que cada madre, padre o cuidador comprende y acompaña el desarrollo de cada niño y niña se relaciona con su propia vivencia de ser niño, los modelos de crianza presentes en su entorno y las presiones sociales de las que puede ser objeto. Sin embargo, estas experiencias no son determinantes y los adultos pueden incorporar nuevos saberes y desarrollar habilidades que les permitan hacer un ejercicio de crianza respetuoso y cuidadoso, orientado al bienestar integral de sus hijos.
Asimismo, es fundamental tener presente que cada niño y niña va a ir creciendo como un sujeto que siente, piensa y reconoce, según el momento del desarrollo en el que se encuentre y mediante lo que puede comunicar. A los adultos les corresponde entonces acompañar estos procesos y atender a las singularidades de cada bebé, niño, niña o adolescente.
Entonces, considerar los aspectos aquí expuestos es una invitación a comprender las etapas del desarrollo, los cambios que se suscitan principalmente a nivel emocional y la relevancia de disponer de respuestas sensibles, cuidadosas y amorosas para el ejercicio de una crianza respetuosa y positiva que favorezca el desarrollo pleno de todos los niños y niñas.
Por: Fonoinfancia. Si tienes dudas y necesitas compañía durante la crianza puedes llamar de lunes a viernes de 08:30 a 19:00 hrs al fono 800200818 o ingresar al chat desde www.fonoinfancia.cl
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