Se entiende por disuria la sensación de dolor o molestia al orinar, usualmente expresada como “ardor” durante la micción. Este síntoma es muy frecuente en la edad pediátrica, especialmente en niñitas, y puede ser secundario a varias causas.

La principal causa es, por lejos, la infección del tracto urinario (ITU), que junto a la disuria puede expresarse con urgencia miccional, poliaquiuria (orinar frecuentemente y en pequeñas cantidades), tenesmo vesical (ganas permanentes de orinar con escasa orina en la vejiga), hematuria (sangre en la orina), incontinencia urinaria, orina de mal olor o turbia y, ocasionalmente, enuresis secundaria (orinarse durante el sueño en niños que ya no lo hacían).

Desde el punto de vista clínico, y cuando este cuadro se acompaña de fiebre o compromiso importante del estado general, la ITU suele deberse a infección del riñón (pielonefritis aguda). De lo contrario, la infección puede sólo involucrar la vejiga (cistitis) y/o uretra (uretritis).

Diagnóstico

El correcto estudio con urocultivo y examen de orina demostrará signos inflamatorios en la orina y la proliferación bacteriana sugerente de este diagnóstico. Es importante explicar, en este punto, que existen agentes infecciosos que pueden inflamar la vía urinaria y causar disuria, pero con urocultivos tradicionales negativos, como ocurre con algunos virus, bacterias intracelulares y parásitos.

Disuria

La disuria también puede ser causada en niñitas por inflamación del área genital, desde zonas más externas (vulvitis) hasta las más internas (vaginitis). Para precisar este diagnóstico es imprescindible un correcto examen genital, buscando inflamación de labios y flujo genital desde la vagina o que mancha el calzón. De existir flujo vaginal alterado, debe tomarse muestra para análisis microscópico y cultivo. En caso de acompañarse de úlceras genitales, debe sospecharse una enfermedad de transmisión sexual y la posibilidad de abuso infantil.

Otras causas de disuria en niños son la hipercalciuria idiopática (eliminación excesiva de calcio por la orina) e incluso cálculos (litiasis) de vía urinaria. En estos casos, los antecedentes familiares suelen ser positivos para estas patologías. Además de medir la cantidad de calcio que se elimina por orina, un estudio de imágenes de la vía urinaria (ecografía) puede demostrar estos cálculos en la vejiga.

Por último, aunque menos frecuente, deben mencionarse causas inflamatorias de la zona genito-urinaria baja asociadas al uso de medicamentos, alergias, tumores o malformaciones locales, cuerpos extraños, algunos alimentos irritantes y parásitos (oxiuros).

A pesar de que existen muchas causas que explican el dolor al orinar, está la posibilidad de un fácil diagnóstico y resolución por el médico. Sólo en pocos casos puede llegar a requerirse la participación de subespecialistas como un nefrólogo, urólogo o ginecólogo pediátrico.

 

Felipe Cavagnaro. Médico cirujano Universidad Católica.
Nefrólogo pediátrico Clínica Alemana.
Profesor titular de pediatría.
Becado en pediatría PUC y fellowship en nefrología pediátrica en UM/Jackson Memorial Hospital, Miami.