Por: Edición Sonríe Mamá


Llegan las anheladas vacaciones de invierno que ofrecen días de descanso y distracción de los deberes escolares, un espacio que permite recargar energías para enfrentar el segundo semestre académico. Sin embargo, en algunas ocasiones se transforman en una carga adicional para padres, madres o cuidadores, que tienden a creer que los niños deben mantenerse con actividades especiales diariamente, lo que puede generar estrés y ansiedad al no saber cómo hacerlo.
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