Por: Edición Sonríe Mamá
Llegan las anheladas vacaciones de invierno que ofrecen días de descanso y distracción de los deberes escolares, un espacio que permite recargar energías para enfrentar el segundo semestre académico. Sin embargo, en algunas ocasiones se transforman en una carga adicional para padres, madres o cuidadores, que tienden a creer que los niños deben mantenerse con actividades especiales diariamente, lo que puede generar estrés y ansiedad al no saber cómo hacerlo.
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La invitación de
Fundación CAP, a través de su Programa Aprender en Familia, es a considerar las vacaciones escolares como una posibilidad de relajo y descanso frente a ciertas actividades habituales de los niños y niñas, y también de los adultos a cargo de ellos y ellas, es decir como un “recreo” a mitad de año que permite generar instancias para compartir en familia y fortalecer el sentido de unidad e identidad. No es necesario tener grandes panoramas o salidas, sino pasarlo bien en casa con mayor tranquilidad, flexibilizando algunas rutinas como la hora de levantarse, teniendo más tiempo con amigos o familiares, jugando con vecinos o con adultos cercanos.
Juegos y lecturas… para pasarlo bien
El juego, el ocio y las actividades sin fines productivos aparentes son esenciales para el desarrollo integral de los niños y niñas. Lejos de ser una pérdida de tiempo, el juego ofrece la posibilidad de construir, de cambiar y de desarrollarse personal y socialmente.
Para los expertos de Fundación CAP, el fomento del gusto por la lectura no debe quedar de lado durante las vacaciones, ya que a través de diferentes actividades lectoras, los niños, niñas y jóvenes pueden desplegar su creatividad, “conocer” distintas realidades y desarrollar otras habilidades.
Toma nota
Fundación CAP presenta estas ideas simples y entretenidas para hacer con los niños y niñas durante estas vacaciones de invierno:
- Pasarles ropa y accesorios para que inventen disfraces.
- Hacer una huerta en el patio o terraza.
- Cocinar recetas fáciles como galletas, queques, jugos de frutas y sopas.
- Permitirles ocupar distintos espacios del hogar para jugar, como una “casita” debajo de la mesa del comedor o una carpa con frazadas en el living.
- Hacer un cofre de tesoros con una caja de zapatos, juntar tapas de botellas, llaves, conos de papel higiénico, semillas y todo lo que se les ocurra.
- Crear objetos con materiales de desechos, como robots o autos con cajas de cartón, o vestidos con diarios.
- Incentivarlos a cantar y bailar.
- Invitar amigos, primos o vecinos a pasar la tarde en la casa.
- Facilitarles libros ilustrados o revistas acordes a su edad y gustos, para que disfruten leyendo.
- Organizar más actividades con los abuelos u otros adultos significativos.
- Visitar bibliotecas de la comuna y participar de actividades literarias para niños.
Por: Sonríe Mamá.
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