¿Por qué no disminuye la obesidad infantil?
La epidemia de obesidad infantil ha alcanzado a 124 millones de personas a nivel mundial, donde 1 de cada 5 niños y adolescentes tiene sobrepeso u obesidad. Un informe de la OCDE del año 2019 informa que en Chile el 44,5% de los niños presenta malnutrición por exceso, sobrepasando el promedio de OCDE de un 25%.
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La evidencia muestra que existen diversos factores de riesgo de obesidad infantil, los que se han centrado principalmente en la etapa prenatal y en la niñez. Entre ellos se puede destacar: La experta de UDLA indica que Chile es el primer país que estableció una ley que obliga a las industrias alimentarias a etiquetar frontalmente sus productos. El etiquetado de alimentos ha servido para informar a la población sobre el exceso de calorías y nutrientes críticos como sodio, azúcares y grasas saturadas en los alimentos envasados. Añade que, según un reciente estudio chileno, la mayoría de la población entiende lo que significan estas etiquetas, pero aún se resiste al cambio de conducta. «Con 4 años de implementación y solo 1 año con la tercera y etapa final de la implementación, creo que aún es muy temprano para establecer conclusiones respecto a su impacto en las cifras de obesidad infantil y adulta», explica. [irp posts=»957″ name=»Obesidad escolar: ¿cómo enfrentar este problema?»] Al ser consultada si el problema de la obesidad infantil es «culpa» de los padres, la nutricionista es clara en señalar que la prevención no debe centrarse solo en factores de riesgo individual, que es lo que se ha priorizado actualmente, sino también en factores poblacionales y comunitarios. Y es que la obesidad no se produce solo por decisiones personales, también se deben realizar estrategias gubernamentales que impacten a la población. Por ejemplo, etiquetado nutricional, impuestos y subsidios de los alimentos, políticas relativas a la actividad física, restringir la promoción de bebidas y alimentos no saludables dirigida a los niños, entre otras. Todo esto con el fin de modificar los entornos relacionados con la alimentación y la actividad física, propiciando que las opciones más saludables sean también las más fáciles. Por último, la experta de UDLA también destaca la importancia de intervenciones comunitarias en diversos entornos como atención de la primera infancia, escuelas primarias y secundarias, entre otros. «La evidencia muestra que los enfoques multisectoriales centrados en la dieta y actividad física proporcionan efectos beneficiosos y sostenibles. Por ejemplo, hay iniciativas donde las familias de los niños con obesidad en conjunto con tiendas de barrio, restaurantes de comida para llevar y centros recreativos trabajaron juntos para mejorar la disponibilidad, la compra y el consumo de alimentos saludables y bebidas», comenta. [irp posts=»8506″ name=»8 claves para lograr colaciones saludables»]
De acuerdo a Carolina Santibáñez, académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de Universidad de Las Américas, la malnutrición por exceso es un grave problema de salud pública que se presenta desde edades tempranas y supone riesgos para el futuro, ya que los niños con sobrepeso u obesidad tienden a seguir siendo obesos en la edad adulta y tienen más probabilidades de padecer enfermedades no transmisibles como diabetes y enfermedades cardiovasculares.
Factores de riesgo de obesidad
Ley de etiquetado
Rol de los padres
Errores frecuentes
Hábitos fáciles de instaurar