Generalmente esto depende de cada niño y su proceso de adquisición. Sin embargo, es posible identificar mayores dificultades con los sonidos
/s/, /l/, /r/ y /rr/.
¿La razón? Diversos motivos, que pueden ser de carácter fisiológico (alteración en algún órgano fonoarticulatorio) o de carácter funcional (el niño no está haciendo el sonido de forma correcta).
Por lo general, se observa que los niños omiten estos sonidos, los distorsionan y los sustituyen por otro.
Un tratamiento lúdico y dinámico
Cuando existen problemas de pronunciación es esencial una evaluación completa al niño o niña que identifique el estado de los órganos fonoarticulatorios y repertorio fonético-fonológico.
De acuerdo con esto el tratamiento se basa en una intervención lúdica y dinámica en donde se le enseña al niño punto y modo articulatorio del o los sonidos que no articule y que correspondan estar adquiridos acorde a su edad cronológica.
Existe un proceso creciente en donde finalmente el niño es capaz de articular el sonido en forma aislada, en palabras, en oraciones y finalmente en el habla espontánea.
¿Y si no se trata el problema de pronunciación?
Si el trastorno de articulación persiste puede llegar a afectar el proceso de lectoescritura, repercutiendo a nivel de aprendizaje del niño/a, además de traer consigo dificultades socioemocionales.
También puede afectar otros sistemas como el de la deglución y/o motricidad orofacial.
Por ello, como padres debemos estar muy atentos a cualquier problema de pronunciación de nuestros hijos, a fin de detectarlo y encontrar un camino de solución.
Por: Agustina Escobar, fonoaudióloga en neurorehabilitación. Instagram: @titinandrea. Fono: +56959654653. E-mail: [email protected]
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