Una de las principales preocupaciones de los padres en la actualidad tiene que ver con el desarrollo del lenguaje en los niños, es decir, niños que hablan poco o nada.
Aunque se entiende que cada niño se desarrolla a su ritmo, es importante darse cuenta de problemas evidentes y muy notorios donde sea recomendable la visita a un especialista.
Esta tabla (Susaníbar, F., Huamaní, O., Dioses, A. 2013. Rev. digit. EOS Perú, 1) muestra la adquisición fonética-fonológica estándar para un niño o niña de acuerdo con su edad.
¿Qué puede influir en que un niño hable poco?
Esto generalmente se evidencia en niños hasta los 3 años, los que se denominan hablantes tardíos. Antiguamente se le denominaba retraso del lenguaje.
La experiencia muestra que estos niños viven lo siguiente:
Baja y/o nula estimulación en casa.
Exceso de pantallas, considerándose dentro de estas la televisión, teléfono, tablet, etc.
Padres y/o cuidadores que no entregan instancias de comunicación (le pasan lo que el niño solicita con solo apuntarlo).
Buenas ideas
Aunque conviene evaluar la situación de cada niño, para estimular el vocabulario es esencial que sea a través del juego:
Siempre considerar los intereses del niño.
Usar entonación y diversos sonidos durante la interacción.
Denominar las cosas por su nombre y colocarse a la altura del niño.
Disminuir las pantallas considerablemente.
Preferir actividades que involucren un proceso (jugar con tierra y plantar una semilla, jugar con agua y lavar fruta, etc.).
Usar libros indicando lo que va sucediendo en cada página. Luego realizar preguntas simples al niño entregándole espacios de respuesta.
Visita al especialista
Los padres deben acudir a un especialista cuando la dificultad en el lenguaje persiste en el niño, pese a hacer una estimulación en casa.
Se aconseja acudir lo antes posible y no esperar mucho, ya que el tiempo adquisitivo por edad determina ciertos sonidos y en caso de existir un tiempo prolongado de espera solo se logra atrasar aún más la adquisición del lenguaje en el niño/a.