A través de la historia se ha dado por sentado en nuestra cultura que toda mujer, por el simple hecho de serlo, sabrá cómo enfrentar su embarazo y cómo entregar las mejores condiciones de desarrollo para su bebé en gestación. Sin embargo, esta experiencia presenta desafíos importantes frente a los cuales la mujer a veces suele estar poco preparada e inserta en un medio que, lejos de orientarla, tiende a tratarla como si estuviera enferma. En esta dirección, la sicología pre y perinatal ha descrito que los condicionamientos y experiencias de la mujer embarazada son capaces de inscribir en la conciencia del bebé uterino ciertas creencias, sensaciones y memorias que, una vez nacido, guiarán y condicionarán su acercamiento al mundo.  Bajo esta luz, el embarazo constituye hoy la etapa más crítica del desarrollo humano, pues reserva el mayor potencial para definir rumbos y suscitar cambios en la programación integral de la persona y su vida futura. Con el propósito de acompañar a la mujer en esta aventura, el sicólogo Christian Vera se adentró en este mundo y concluyó con la publicación del libro “Vivir un embarazo consciente” (MVP Editores), donde entrega una clara y amena “carta de navegación” para vivir la experiencia del embarazo y el nacimientos de cada hijo de manera profunda, consciente, alegre, vital y serena.

¿Cuáles son los principales problemas que vive la mujer de hoy en relación al embarazo?

Los cambios culturales han llevado a la mujer a entender algunos procesos inherentes y naturales, como es el embarazo, con cierto sentido de limitación, impedimento, pérdida de independencia y fuente de vulnerabilidad. Ello trae como consecuencia que la mujer pierde conexión con sus aspectos más sensibles, que son precisamente aquellos que necesita para entrar en sintonía con el bebé que lleva en su interior, de modo que un problema central es la falta de conexión madre e hijo durante la gestación.

Muchas veces la mujer de hoy vive el embarazo con cierto sentido de amenaza, el cual es confirmado por los cambios sico-biológicos que ocurren en su organismo al momento de estar embarazada, pues los torrentes de hormonas ligadas a una mayor sensibilización emocional la empujan a contactarse con los aspectos de su personalidad más sensibles, que pocas veces salen a flote cuando ellas sienten que dirigen su vida desde su “cabina de control”. De esta manera, el embarazo a menudo se siente como una pérdida de poder, debilidad y dependencia. Pero el embarazo representa siempre el contacto con la propia niña interior, y ésta a menudo tiene miedo, se siente expuesta y no lo suficientemente amada, por lo que necesita ser atendida, acogida y contenida por cada mujer. De esta autocontención surgen las herramientas que la convertirán en madre.

¿A qué se refiere el concepto de vivir un embarazo consciente?

El embarazo es una pulsación en el interior de la mujer que la llama a apaciguar su mente, a entregarse a un ritmo más lento y a habilitarse en la contención integral de un nuevo ser. Cuando ella no sabe de qué se trata el embarazo, lo vive a un ritmo superficial que no le permite conectar con ese pulso interior que la conduce hacia su bebé, de manera que éste no se siente reconocido como lo que es y comienza su vida sintiendo que es poco valioso. Ser consciente del proceso del embarazo, en cambio, ofrece la posibilidad de conectar con la vida interior, acunar al nuevo ser y hacerse sensible a sus necesidades, atendiendo a su desarrollo sico-biológico, entendiendo que en el proceso estamos programando aspectos tan importantes como su salud futura a nivel físico y emocional-mental.

¿Qué cosas debe hacer la mujer con miras a este objetivo?

La idea es hacer de la experiencia del embarazo un momento en el cual la mujer continúa con su vida pero profundiza un lazo interior consigo misma y su bebé, que es el verdadero sentido de la palabra embarazo. Para ello necesitamos aprender a hacer todo lo que hacemos cotidianamente en forma relajada, aprender a aquietar la mente, aprender que -de entre las mil cosas que giran en nuestra cabeza todos los días- hay un ser que crece en nuestro interior que depende de qué tanta sensibilidad demostremos ante sus necesidades. Por eso, lo más importante es aprender a vivir el embarazo sintiendo ese pulso interior, tejiendo un conexión rítmica que nos lleva a integrarlo a lo que sea que hagamos en la vida cotidiana.  Asimismo, la mujer necesita conocer lo que se pone en juego durante la gestación, en qué consiste este proceso, conocer por ejemplo los factores protectores que ayudan a estimular el desarrollo integral de su bebé.

¿Qué cosas deben hacer las personas que la rodean?

Ayudarla a salir de la mente, a bajar el ritmo, ayudarla a confiar, a entregarse al proceso donde los miedos, sensaciones y penas van a fluir. Porque a través de estas sensaciones va a entrar en una dimensión más profunda de sí misma, una dimensión donde hay un yo más real, sensible e integrado, un yo fundido con el universo, con los ritmos de la Tierra, un yo sensible a la nueva vida. Es muy importante todo lo que sirva para ayudar a sintonizar con la nueva frecuencia, teniendo espacios de paz, meditación, alegría, yoga, soledad y compañía.

¿Cuáles son los beneficios de vivir un embarazo consciente?

Le permite a la madre disfrutar de una dimensión más profunda de sí misma y, en muchos casos, por vez primera en su vida, descubrirse más allá de la imagen que solía tener. Ello, una vez adquirido, constituye una logro permanente. Sólo una mujer que es capaz de vivir un embarazo consciente puede brindar a su bebé una gestación consciente, pues existe un canal de conexión y comunicación constante que abre la sensibilidad materna a la entrega de condiciones idóneas para que el pequeño se desarrolle en una atmósfera apacible, de acogida y a la vez estimulante, cuyos efectos se traducirán en:

-El desarrollo de una autoestima positiva.

-Menor vulnerabilidad al desarrollo de enfermedades.

-Mayor reconocimiento de las potencialidades intrínsecas, menor influencia del ambiente en el estado de ánimo.

-Mayor capacidad autónoma y mejor desarrollo de la empatía.

-Mejor capacidad de adaptación y automotivación en la definición del proyecto de vida personal.