Embarazo: ¿tienes problemas con las comidas?
Un número importante de las mujeres presentan durante el embarazo algunos trastornos digestivos como náuseas, vómitos, gastritis, pirosis o constipación. Esto puede provocarles un verdadero problema al tratarse de comidas.
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El Dr. Víctor Rubio Arancibia, ginecólogo de Clínica Indisa, se refiere a algunas de estas condiciones. Es la sensación de quemadura o ardor en la parte alta del abdomen. Se produce por el paso del contenido del estómago, en forma retrógrada, hacia el esófago. Esto puede deberse a defectos del esfínter entre el esófago y el estómago (cardias), a la ingesta de algunas comidas muy sazonadas, al exceso de ingesta de café, alcohol o de algunos medicamentos. También a los cambios hormonales del embarazo que producen un vaciamiento más lento del contenido gástrico. Pueden influir enfermedades previas del aparato digestivo como úlcera gástrica o hernia hiatal. Su tratamiento consiste en identificar el posible agente causal, ingerir una dieta adecuada y con una frecuencia razonable y uso de algunos medicamentos indicados por el médico tratante cuando sea necesario. Podría definirse como el deseo o necesidad casi irresistible de ingerir algún alimento específico en forma urgente. Puede ser un síntoma precoz que anuncie que hay un embarazo en curso, siendo relativamente frecuente en la embarazada. No es grave salvo que se enfoque en un alimento de alto contenido calórico, por su impacto en el peso corporal. Su origen se atribuye a los cambios hormonales de la gestación o algunas carencias alimentarias. Se denomina así al antojo compulsivo por ingerir algún material no alimenticio como polvo, ladrillo, tierra, etc. Esto podría deberse al déficit de algunos elementos como hierro o calcio y también a trastornos de orden psicológico. En estos casos se requiere del apoyo del obstetra tratante y algún profesional de salud mental. Constituyen un síntoma frecuente en el embarazo, especialmente en los primeros meses. Habitualmente se trata de síntomas leves a moderados. Las formas más severas pueden comprometer el estado general de la gestante y pueden requerir hospitalización para corregir las condiciones generales de ella. Como causas se atribuyen factores endocrinológicos, psicológicos y gastrointestinales. Entre los primeros se responsabiliza a los niveles de gonadotrofina coriónica, hormona producida por el trofoblasto y la placenta, y también por los estrógenos. Hay casos donde se atribuye a factores neuróticos o psicosomáticos como causa principal. Y también se ha invocado a la bacteria Helicobacter pylori como responsable. Para aliviar las náuseas y vómitos basta con adecuar la dieta eliminando los factores desencadenantes, fraccionando la dieta, etc. Entre los medicamentos útiles destaca el uso de piridoxina o vitamina B6, de doxilamina y de metoclopramida. Cuando sea necesario se deberá brindar apoyo psicológico si el caso lo amerita. Es un síntoma algo frecuente en la embarazada. Se puede definir como la disminución de la frecuencia de la evacuación intestinal, en relación con lo que ocurre previamente y con eliminación de deposiciones de mayor consistencia y cierta molestia en el acto defecatorio. Entre las causas se invoca el rol de la progesterona, hormona que produce un tránsito intestinal más lento, cambios en la dieta, disminución de la actividad física y la acción colateral de algunos suplementos vitamínicos como calcio o hierro. El tratamiento se basa en cambios de dieta, con mayor incorporación de cereales, frutas y verduras; mayor aporte de líquidos y algunos fármacos indicados por el obstetra cuando sea necesario (lactulosa, probióticos y otros). [irp posts=»2023″ name=»¡Cuidado con los fármacos en el embarazo!»]
A menudo estas dolencias pueden ser tratadas con modificaciones dietarias o ajustes en el estilo de vida. Sin embargo, los casos severos requerirán tratamientos farmacológicos u otra recomendación médica.
Acidez o pirosis
Antojos
Pica
Náuseas y vómitos
Constipación o estreñimiento