Muchas veces nos damos cuenta de que frente a episodios de estrés emocional nuestra piel también muestra señales de cambio. Estímulos como vergüenza, temor o angustia causan enrojecimiento, sudoración, vasoconstricción, etc. Lo cierto es que muchas enfermedades cutáneas pueden verse precipitadas o exacerbadas por un evento estresante. De hecho, en este período de pandemia la consulta por cuadros de acné, dermatitis peribucal, psoriasis o alopecia (caída de pelo) han aumentado considerablemente.

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